¿Y si los portátiles no tuvieran webcam?

Sacrificios. Los hacemos constantemente, a todas horas. Por ejemplo, nos levantamos más pronto para evitar atascos (bueno, yo no). O no nos comemos las patatas fritas con la hamburguesa para mantener la línea (bueno, yo no). O ya puestos, no usamos Chrome para proteger (un poquito) nuestra privacidad (esto sí lo hago).
Esa última batalla de la privacidad parece bastante perdida, pero siempre hay líneas de defensa por las que luchar. Cosas que podemos hacer. Sacrificios que aún pueden tener sentido.
Uno de ellos es el de prescindir de webcams en los portátiles.
La reflexión nace de una pregunta: ¿cuántos usáis la webcam de vuestro portátil con frecuencia? Venga, alzad las manos, que yo las vea. A ver... No, no veo muchas. Vale, seguro que hay unos cuantos que las aprovecháis a menudo para la videoconferencia de turno con vuestros/as compis de trabajo, vuestra pareja o vuestros familiares, pero yo diría —esa, repito, es mi sensación— que el uso de la webcam es (o ha sido, quitando la nueva función de reconocimiento facial) ocasional tirando a mínimo.


Y precisamente ahí está la oportunidad para ustedes, señores fabricantes. Para crear un portátil sin webcam integrada, uno que no nos exponga a esas RATs (Remote Administration Tools) con las que los chicos malos se apoderan de nuestros equipos y activan las webcams para espiarnos sin que nos pispemos ni del No-Do.
No digo que todos los portátiles tengan que hacerlo, ojo. Digo que los fabricantes tienen ahí un nicho de mercado potencialmente grande que podrían aprovechar. Y aquí atentos a la jugada porque esos portátiles sin webcam tendrían otra potencial ventaja: poder contar con diseños de pantalla sin marcos.

Es precisamente lo que ha hecho ese Huawei Matebook X Pro que tanto me gustó en el Mobile World Congress, aunque en este caso los responsables de Huawei han escondido la webcam bajo una tecla. El mecanismo es una buena solución a ambos problemas salvo por el hecho de que el ángulo de esa webcam en el teclado es perfecto para acentuar papadas.
Eso no mola, así que mi idea va por otro lado: incluir una pequeña webcam USB. Una de quita y pon, de las de toda la vida, compacta pero funcional, que tenga un sistema para acoplarla a la parte superior del portátil cuando lo necesitemos. Eso evitaría tener que integrar otras alternativas, como por ejemplo esas plaquitas que se deslizan para tapar o no la webcam, como hacen el Lenovo ThinkPad X1 Carbon —ir al minuto:1:18 de este vídeo— o algunos de los nuevos HP EliteBook.
Ese invento me encanta, pero de nuevo hace imposible acudir a esos atractivos diseños de pantallas sin marcos. La otra alternativa, claro, es mantener las webcams con un diseño de pantalla sin marcos al estilo iPhone X, o sea, meterle el notch al portátil. No es una idea descabellada como comentaban algunos compis de profesión en Twitter, y de hecho hay quien ya se imagina todo lo que hace Apple con pantalla y notch, desde el iPhone X hasta el iMac.

El resultado es curioso, y el notch en un portátil o en un iMac "no molestaría" tanto como puede hacer (al menos, al principio) en un iPhone X. Otros podrían copiar la idea en PCs y portátiles como ya están haciendo en el mundo de la movilidad los fabricantes chinos, pero al final el problema no es que moleste en la experiencia visual, sino de nuevo, insisto, en la privacidad que puede garantizar ese equipo.
Tanto en el caso de los portátiles con webcams con soporte de Windows Hello como en el de ese hipotético Face ID integrado en los MacBook e iMacs tendríamos que hacer ese otro sacrificio importante: olvidarnos de poder desbloquear el equipo nada más ponernos delante de él. Eso mola mucho, pero aunque creo que el reconocimiento facial tiene mucho más sentido en portátiles, también se presta a que se active cuando no debe. Ahí personalmente creo que prefiero un sistema que requiera algún tipo de acción premeditada por parte del usuario, y ahí la huella me parece la mejor opción de nuevo. El reconocimiento facial es más cómodo, claro ("uf, alargar el dedo y ponerlo en un sensor, quita, quita"), pero como digo, que algo que te desbloquee no requiera una acción voluntaria me preocupa.
Esto es uno de mis famosos cantos de cisne, queridos lectores, porque está bastante claro que nadie va a hacer algo así. Los portátiles con webcam son ya la norma, así que me temo que el futuro pinta a soluciones como las de Huawei, Lenovo, HP o por supuesto la de Apple con su notch —si es que lo mantienen, que hay quien dice que no lo harán—. No son malas, ojo, y son mejores que las (nulas) opciones que tenemos hoy en día, pero me encantaría ver a algún fabricante esgrimiendo el mensaje de "El portátil que protege tu privacidad" con algo así implementado.
No lo verán mis ojos, pero da igual: yo seguiré luchando por esas ideas que van a contracorriente y que imponen más sacrificios en un mundo perezoso que lo único que quiere es menos sacrificios.
Lo llevo crudo.