¿Por qué nadie graba ya programas de la tele?
Dejaré para más adelante la presentación de un pequeño proyecto experimental que tengo entre manos y que hoy está en fase de “mírame pero no me toques” y me centraré en la actualidad, que hoy ha pasado por el evento Gamescon y la conferencia de Microsoft, que está más orientada que nunca al sector de los videojuegos.
En esa charla inaugural los de Redmond han presumido de catálogo potente -me han molado Homefront, Forza 6 y Rise of the Tomb Raider-, pero también ha habido muchas noticias en apartados paralelos.
Para empezar, tenemos fecha para el desembarco de Windows 10 en la Xbox One. Será en noviembre, un mes en el que también llegará el soporte para muchos más juegos -hablan de más de 100- de la Xbox 360 que podremos utilizar sin problemas en la nueva consola. Ole. A eso podríamos unirle el accesorio Chatpad que es una evolución de ese teclado QWERTY que ya existía para los mandos de la Xbox 360, y que ahora hace su aparición para los mandos de la Xbox One. Poniéndonos pedigüeños les hubiera pedido un trackpad en la parte posterior, pero también es cierto que los sticks analógicos y los botones cumplen con esa función (lo hacían ya en la 360 con Internet Explorer).


Pero para mi el anuncio de la tarde -no tanto por su relevancia, aquí es un tema personal- ha sido el de la futura capacidad de la Xbox One de convertirse en un DVR, o lo que es lo mismo: de comportarse al fin como un heredero de los viejos vídeos VHS. Será en 2016, eso sí.
Parece mentira que hayan pasado 30 años desde que las cintas VHS dominaran nuestro mundo del entretenimiento doméstico. Quien no tenía un vídeo VHS no era nadie, y el que se hubiera equivocado con un Beta o peor, un 2000, era menos que nadie, porque había elegido el estándar erróneo. VHS era rollo WhatsApp: no era el mejor en lo que hacía, pero todo el mundo lo tenía. Ajo y agua.
Sea como fuere, nunca hubo heredero real de aquel estándar. Los vídeos con grabadora de DVD parecían muy curiosetes y los discos duros multimedia o los sintonizadores de TDT con ese componente permitían también acceder a esa opción. Han aparecido variantes en mil y un formatos, y ninguno ha logrado quedarse. Incluso la nube se ha tratado de imponer como sistema de grabación controlado por las cadenas televisivas: son ellas las que deciden qué está disponible para ver desde Internet y qué no, pero tienen sus razones: no todo se puede grabar, y servir vídeo a través de internet cuesta un dineral. Creedme, lo sé de buena tinta, porque en una vida pasada traté de poner en marcha un portal de vídeo propio para una empresa de infausto recuerdo. Los costes eran astronómicos y al final tiramos de la solución evidente: YouTube.

Pero me estoy enrollando, como de costumbre. Como decía, nunca hubo sustituto real al vídeo VHS, y la función de grabación de programas televisivos de la Xbox One probablemente tampoco se convierta en heredero de aquel estándar. Y sin embargo, es una evolución lógica de una consola que desde el principio apostó por convertirse en centro del entretenimiento en el salón y que tras algunos pasos titubeantes ha ido confirmando esa vocación que a mí tanto me mola. Me compré el sintonizador de TDT para la Xbox One y aunque no le saco mucho partido me parece un invento genial, pero parece claro que la mayoría de la gente quiere la consola para jugar, no para ver la tele.
Como digo este nuevo paso de Microsoft probablemente no signifique mucho para los usuarios convencionales. No porque la Xbox One no cumpla bien este cometido. No porque los usuarios tengan una Smart TV último modelo con recojofunciones de grabación. No porque en lugar de eso tengan un cacharro chino que funciona del copón. Y no porque con la Fusión+ se acabron nuestros problemas televisivos tanto en directo como en diferido. No. La gente seguirá sin grabar programas de la tele porque esa época ya pasó.
Y quizás también porque la mayoría de la programación televisiva es una basura. Tenemos
el paísla tele que nos merecemos, pero eso daría pie para otra reflexión. Quizás más adelante. Me la guardo.
Actualización (05/08/2015): En Xataka he ampliado esta reflexión con un poquito de historia.
Imagen | DRs Kulturarvsprojekt en Flickr