Windows Phone y los patatales

Windows Phone y los patatales
lumia

Acabo de publicar en The Unshut, donde pretendía hacer un post cortito, pero al final me ha salido la reflexión que debería haber hecho primero aquí, así que allá va. Ayer los medios hablábamos de las predicciones de IDC sobre Windows Phone y, por extensión, sobre Windows 10 Mobile. El futuro que le pintan a la plataforma móvil de Microsoft es muy negro, y hablan de una cuota de mercado que no pasará del 2,2% de aquí a 2019. Un dato lamentable que condena a Microsoft al olvido en móviles si realmente no superan de largo esas cifras.

Eso se conjugaba con las recientes declaraciones de Ballmer, que el otro día dejó claro que su salida de Microsoft, por muy bonita que pareciese -con despedida a lo grande y todo- no fue voluntaria. El CEO más gritón de la historia se está tomando la revancha, y criticó duramente los datos presentados por la directiva en una reciente reunión de accionistas. De hecho, dijo, lo de las aplicaciones universales "no funcionará", y argumentaba que Microsoft necesitaba poder ejecutar aplicaciones Android en sus terminales.

mokiax
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Parece que IDC respaldaba esa afirmación, que en realidad es tan válida como cualquier otra predicción. Puede que así sea, puede que no funcione, pero está especialmente feo que eso lo diga alguien que hasta hace muy poco parecía defender el ecosistema móvil propio de la compañía. Hasta Jean-Louis Gassée lo comentaba en Monday Note:

There are well-understood reasons why this slam-dunk idea has never paid off in practice. At one end of the spectrum, we have lowest common denominator mediocrity: Compromises must be made to ensure that a single Write Once code base will work on the smallest, least powerful Run Anywhere device. Imagine music that’s written so that it can be played, without rearrangement, on a flute or by an orchestra. You’re not going to hear many orchestral performances.

Desde luego que el enfoque tiene pegas, pero las tiene por lo ambicioso de ese planteamiento tan flexible del mundo de las aplicaciones. Ya he dicho que la idea es genial: esta filosofía nos pone delante de la mesa aplicaciones responsive que se adapten a cada escenario. Es básicamente lo mismo que nos propone el Responsive Web Design del que hablaba ayer y que se ha convertido en la solución perfecta para que los medios podamos adaptarnos a cada tipo de dispositivo sin problemas.

Cierto que lo de Microsoft es más complejo, pero aún así tan solo están empezando, así que yo les daría como mínimo el beneficio de la duda. A priori yo diría que en Microsoft tienen tres alternativas a la hora de contemplar su futuro en móviles:

  1. Aplicaciones universales: la única forma de que se puedan convertir en una empresa con su propio ecosistema hardware/software con el que competir con Apple y Google. Microsoft llega tarde a la fiesta, sí, pero también lo hizo con la Xbox, y su negocio de entretenimiento no va nada mal ahora mismo.
  2. Crear un fork de Android: Nokia nos mostró lo que podría conseguirse con un fork de Android en sus teléfonos -¿recordáis los Nokia X?- y Microsoft parece tener un plan B en mente: sus conversaciones con Cyanogen sugieren la posibilidad de que en el futuro aparezca un Cyanogen OS con servicios y aplicaciones de Microsoft que sustituyan a los de Google. Creo que Microsoft acabará optando por esa opción cuando si su estrategia de aplicaciones universales fracasa.
  3. Adiós, móviles: no tengo nada claro que Microsoft diga adiós de forma definitiva a una plataforma móvil, pero está claro que para muchos ese es el futuro inevitable de la empresa de Redmond. En ese caso la idea es clara: Microsoft se centraría en ofrecer aplicaciones y servicios para iOS y Android -como está haciendo ahora mismo- sin más, y cedería un mercado absolutamente gigantesco a sus rivales. Como que no lo veo, pero todo puede ocurrir, por supuesto.

Aquí soy optimista. Creo que Microsoft tiene una oportunidad, aunque no le queden muchos ases en la manga. Puede que Android e iOS parezcan invencibles, pero eso mismo ocurrió en los 80 con IBM, en los 90 con Microsoft y su IE, en los 2000 con Google y a lo largo de la historia de la tecnología con otras muchas empresas en otros muchos ámbitos. Todos los imperios caen.

Y los números son solo eso. Números.


El nuevo banner, que quizás debería retocar aún más. ¿Qué opináis?