Windows Phone 7 Series: Microsoft no aprende
Se supone que la presentación de los Windows Phone 7 Series de Microsoft de hoy iba a ofrecer algunas sorpresas, pero hemos visto cómo en realidad la única que nos han ofrecido es el hecho de dar una charla aburrida, poco concreta y que apunta a unos dispositivos que no tienen ningún futuro a gran escala en un mercado ultracompetitivo.

La demostración de la interfaz del producto ha dejado entrever las líneas de un diseño que está basado, atención, en pixelacos. Cuadrados gordos, que ellos llaman "Tiles" (baldosas) y que nos permiten acceder -más info en el post oficial, que al menos es vistoso- a los distintos "Hubs" o secciones del teléfono. Contactos, Imágenes, Juegos, Music&Video y Juegos, que darán acceso a una interfaz calcada a la del Zune -y ahí la cosa no va tan mal- y que al menos supone una mínima novedad frente a la basura que habían mantenido prácticamente desde Windows Mobile 2003. No sé a qué aspira Microsoft con este lanzamiento, pero desde luego no a competir en un mercado frenético en el que solo Android y el iPhone de Apple parecen estar ganandole la batalla a los veteranos Nokia y RIM. Ambos fabricantes siguen manteniendo su liderazgo, pero lo hacen con cada vez con menos solvencia, y aunque Apple ha revolucionado el segmento dudo que su crecimiento sea comparable al de Android en los próximos años.
El Mobile World Congress lo está demostrando: las presentaciones de productos basados en Android son multitud, y Apple o Nokia ni se han dignado a pasarse por allí. Y Microsoft lo ha hecho, pero por obligación: necesitaban mostrar que tenían algo, cualquier cosa, pero la presentación de hoy deja clara una cosa.
Que la innovación ha desaparecido en Microsoft.