Walter White, tenemos que hablar

(Ojo: spoilers a gogó) Hace años intenté ver Breaking Bad. Aún estaba en emisión, de hecho, y ni siquiera me había dado cuenta cuánto tiempo ha pasado hasta que me puse a rebuscar en el blog. Aquel febrero de 2012 terminábamos de ver el último episodio de la tercera temporada y nos rendíamos. La serie nos parecía una soberana castaña a pesar de que casi todo el mundo decía que aquello era una obra maestra.
Las razones eran muchas, pero sobre todo no nos gustó esa apología de las drogas que oscurecía todo el resto de la trama. El viaje de Walter White a los infiernos tenía interés, sobre todo porque partíamos de un personaje ingenuo y bonachón. Un estereotipo de la clase media del siglo XXI que se daba con un canto en los dientes con su trabajo de profe de instituto y su peculiar familia. Porque todas las familias son peculiares, ojo.
Pero como digo, esa transición al mal estaba salpicada de ese gusto por el gore mandanguero. Enseñarnos a la gente tirada y muriéndose por sobredosis parecía ser del gusto de los guionistas, pero no del nuestro, así que le dimos boleto durante más de seis años. Hasta luego, Breaking Bad.
Con los años los elogios y las loas a la serie han sido constantes, y de hecho siempre me picó la curiosidad esas increíbles críticas del episodio final y el cierre magistral de la serie. Por lo visto era el broche final perfecto para una serie perfecta. Y claro, nos preguntábamos: ¿y si nos estamos perdiendo en efecto una obra maestra?
Total, que tras una pequeña travesía por el desierto de las series decidimos que queríamos volver a darle una oportunidad a Walter. Empezamos con la cuarta temporada un poco desubicados, pero pronto le cogimos el gustillo a una trama que ciertamente estaba interesante y que siempre ponía a la pareja protagonista a un pie del abismo. No es que me entusiasme el papel de Jesse Pinkman, pero ciertamente no lo hace mal. Mucho más delito tenían los intentos de los personajes de la serie por hablar español. Lo del personaje de Gus Fring, por ejemplo, era para denunciar a los productores: casi tengo que poner subtítulos para lograr saber qué decía cuando hablaba en mi lengua materna.
Total, que aquello avanzaba. Skyler cobrando cada vez más protagonismo junto a Hank y Marie, y también el papel de menos a más de un Mike Ehrmantraut que desde luego le daba algo más de salsilla a todo. La cuarta temporada es correcta, entretenida sin más. La quinta, en cambio, es para mí decepcionante: es como si antes de hacerla hubieran decidido hacer 3 o 4 temporadas más y de repente se dieran cuenta de que esa iba a ser al final la última. De montárselo por su cuenta con los del negocio de pesticidas —el psicópata que más aparece, Todd, es demasiado contradictorio como para ser creíble— pasamos a una situación rocambolesca e inevitable en la que Hank por fin descubre el pastel y toda la situación familiar se va derrumbando.
La incapacidad de Hank de demostrar la culpabilidad de su cuñado es de lo mejor del hilo argumental —aquí mola la falsa confesión final de Walter— pero desde ahí todo va como un poco deslabazado, y de hecho ese cierre que todo el mundo elogiaba a mí me parece bastante insulso. La banda de asesinos que al principio era como un elemento bastante chorra de la serie se convierte en parte central. Walter acaba cargándoselos a todos (muriendo él por el camino) con un invento rollo McGyver bastante chorra. Jesse escapa de milagro pero ni siquiera se lo merecía (si hubiera otro capítulo supongo que se metería una sobredosis), y el resto de personajes también acababan o muertos o medio tarumba. El viaje a los infiernos ni siquiera era tal: Walter White acaba reconociéndole a su mujer que hizo todo eso no por su familia —como argumentaba constantemente— sino porque eso le hacía sentir vivo, pero ni siquiera eso es del todo creíble tras tanto lloriqueo por tratar de resolver el futuro de su familia. Es como si hubieran querido completar esa transición al lado oscuro cuando el personaje no fuera del todo oscuro.
Walter White de hecho acaba siendo un malote de tres al cuarto, con momentos de malo malísimo y otros de calzonazos sin remisión. Esas medias tintas a mí no me convencen mucho, y creo que de existir ese viaje al mal la personalidad del protagonista hubiera sido mucho más marcada, familia incluida. Es como si nunca hubiera dado el salto del todo al infierno, como si siempre tuviera una patita en el bien. No se redime al final, pero tampoco es el demonio tras vivir tal cúmulo de historias. Yo diría que quien vive todo eso acaba siendo completa y absolutamente perverso y ruin. No sé. El final me pareció precipitado y poco satisfactorio. Veía a Walter White en un final en el que fuera más o menos la encarnación del mal absoluto, habiendo hecho esa transición total, pero no.
Supongo que habrá opiniones de todo tipo aquí, pero a mí la serie, sin ser del todo la castaña que creí que era en esas tres primeras temporadas, no merece demasiado la pena. Dicen que 'Better call Saul' es incluso mejor, pero la verdad es que me apetece poco o nada verla, y hay rumores de que habrá espinof basado en la vida de Pinkman. Espero que no la hagan, porque este chaval no da más de sí.
Dicho lo cual, aquí me gustaría que si tenéis sugerencias de series para ver (Eapendergast, no te cortes) incluyáis todas las que os apetezca. A modo de resumen, entre las últimas que hemos visto (hay alguna más, pero no las recuerdo todas) están
- El método Kominsky: de más a menos (mucho menos). Lástima porque prometía un montón al principio
- Bodyguard: entretenida, sin más
- Wanderlust: curiosa, pero lo de las infidelidades siempre acaba teniendo el problema de que también la intensidad baja tras esa tensión inicial.
- Peaky Blinders: ambientación genial, trama meh. Duré dos episodios.
- Fariña: estupenda. Súper recomendable.
- La casa de papel: aguantamos hasta el 4. Empieza bien y se desinfla.
- House of Cards: otra que se desinfla en la quinta temporada. Demasiado querer alargar el tema, yo creo.
- Mad men: la terminé en verano y la verdad, qué decepción. Con lo interesante que era al principio, las dos últimas temporadas son bastante rollete.
- Star Trek: Discovery: tiene su gracia, pero no es la mejor Star Trek ni de lejos.
- Seven Seconds: pues una sorpresa agradable, la verdad. Curiosa.
- Lost in space: meh.
- Manhunt: Unabomber: estupendísima. De lo mejor en estos últimos meses.
- Outlander: me vi la primera temporada y no está mal, pero se enreda demasiado.
- The end of the f**king world: rara y curiosa, un poco forzada, pero curiosa.
¡Venga esas recomendaciones! ;)