Vuelvo a Firefox (de momento)
He sido un usuario feliz de Chrome prácticamente desde que apareció en el mercado. Firefox estaba, como Opera, de navegador auxiliar, y el navegador de Google se había instalado en mi día a día con solidez, algo normal si tenemos en cuenta que soy también usuario feliz (a pesar de todo) de diversos servicios de Google.
Sin embargo el post de Robert O'Callahan que enlacé en las Incognitosis de fin de semana del pasado domingo me dejó un poco tocado. Chrome es parte del imperio Google, y como tal es una herramienta para su plan (¿maléfico?) para controlar todo lo que hacemos, cuándo lo hacemos y cómo lo hacemos. Y cito:
The potential for lock-in is vast and they're already exploiting it, for example by restricting certain Google Docs features (e.g. offline support) to Chrome users, and by writing contracts with Android OEMs forcing them to make Chrome the default browser.
Ese potencial para encerrarle a uno en el ecosistema Google es peligroso, y Firefox es probablemente la mejor alternativa actual por su apuesta claramente abierta. Cierto que la base de Chrome, Chromium, también es Open Source, pero como sucede en Android, no es todo tan bonito como parece, como explica O'Callahan.
Se me hace un poco raro la vuelta. Las pestañas que no redimensionan su tamaño a medida que vas incorporándolas son un incordio -estoy probando Tree Style Tab, pero no me mola-, como también el hecho de tener que buscar nuevas extensiones para emular lo que antes hacía con las de Chrome. Por ejemplo, no hay extensión de Flipboard para añadir artículos a Flipcognitosis, y tengo que tirar de bookmarklet. Parece que a muchos os pasa como a mi: las estadísticas internas de Incognitosis de las últimas semanas revelan que la cuota de Chrome es claramente la destacada: uno de cada dos lectores de Incognitosis utiliza el navegador de Google:


Me sorprende lo de Safari, y me da un poco de penita -aunque entiendo- lo de Opera. Sea como fuere, estos 3 o 4 días con Firefox están siendo por lo tanto un poco redescubrimiento de un navegador que tenía algo aparcado y que sin duda sigue siendo una alternativa fantástica. Puede que el experimento se quede en eso, pero mientras tanto, desde luego, larga vida a Firefox.