Va a ser que el Pixel 7a no era para tanto

Va a ser que el Pixel 7a no era para tanto
Pixel-7a

El Pixel 7a me hacía ojitos. O eso creía yo, porque todo era prometedor en este terminal. El salto respecto al Pixel 6a de 2022 era importante en varios aspectos, o al menos lo era sobre el papel. Mejoras teóricas en pantalla, batería, procesador e incluso en las cámaras.

Pero ocurre que a veces las cosas no son lo que parecen. Poco después de presentarse el terminal comenzaron a aparecer los análisis, pero para mi decepción, la mayoría de ellos no acababan de dejar claro si la cámara se comportaba de forma realmente destacable.

La mayoría de pruebas eran poco concluyentes, sobre para mí, porque mi pregunta era clara: ¿era la cámara del Pixel 7a mejor que la del 6a? Teniendo en cuenta que el Pixel 6a parecía el mejor móvil fotográfico de 2022 (para mí).

Pixel 6a. Estupendísimo.

Daba igual que el sensor de ese móvil sea viejo: a veces más sabe el diablo por viejo que por diablo, y este era uno de esos casos: sensores teóricamente mejores se postraban ante una cámara que gracias al software de Google se convertía en un pequeño (y asequible) prodigio.

Pero por fin encontré el análisis que buscaba en Android Authority, donde dedicaron el tema a comparar el rendimiento de la cámara del Pixel 7a con la del Pixel 6a y también con la del Pixel 7.

Señores, señoras, el Pixel 7a.

En varios escenarios parecía quedar claro que la cámara del Pixel 7a cumplía, pero lo hacía como ganadora aplastante. El Pixel 6a le ganaba en algunos momentos, y lo que sí parecía claro era que el Pixel 7 era aún mejor.

El problema con eso es que el Pixel 7a es caro (o al menos, no es tan barato) y el Pixel 7 ha bajado de precio. El nuevo 7a está ahora mismo en 509 euros, pero es que el Pixel 7 está en 579 euros y con los Pixel Buds A de regalo.

Pixel 7. Ahora mimo, mejor opción que el Pixel 7a, diría.

No hay competencia, diría yo, porque el Pixel 7 tiene mejor sensor y aquí Google ha metido la pata con las franjas de precios. Y si no, fijaos en el Pixel 6a, que ahora mismo está en 349 euros, una auténtica ganga a pesar de tener sus limitaciones (nada de carga inalámbrica, pantalla a 60 Hz...).

El precio en realidad es el único fallo de un terminal que mejora cosas pero no lo suficiente en la más importante (insisto, en mi opinión) para compensar el incremento de precio. De buscar hoy en día un terminal de gama media, sería la última de estas tres opciones de la familia Pixel. En mi caso la opción es clara: el Pixel 6a sigue siendo una apuesta estupenda.

Quizá la cosa mejore con el paso de los meses. Debería. Tanto por un lado —actualizaciones software— como por otro —bajada de precio—. De momento, eso sí, no hay tu tía.

El Pixel 7a no era para tanto.