Una imagen no siempre vale más que mil palabras
Estoy en modo huelga de imágenes. Me lo acabo de inventar —seguro que ya existía el concepto— tras leer el fantástico 'Not every article needs a picture' que publicaron hace un par de días en The Outline.
Allí el redactor, Hanson O'Haver, explicaba cómo la norma en los contenidos actuales es la de que a todo texto web le tiene que acompañar una o varias imágenes. El triunfo de lo visual es evidente en internet, donde hemos caído presa de la pereza también en esto. Si puedes resumir una idea con una imagen, hazlo, y si puedes escribir menos, también. Instagram, ese escaparate de las vanidades, ha hecho bueno ese concepto, llevándolo al extremo de la estupidez humana.
En Incognitosis confieso que ese binomio es también parte de mi forma de ver el diseño web. Me contagié del aspecto visual de Medium cuando rediseñé mi blog, y en él esa primera gran imagen en cabecera y el uso de imágenes igualmente grandotas en el texto me parecía y me parece estupendísima.
El problema es que como indican en The Outline, no siempre necesito poner una imagen en mis artículos. Es de hecho una de las tareas que más tiempo me entretiene, porque las imágenes de cabecera (siempre de 1.440 x 500 píxeles en nativo) no están disponibles como tales. Tengo que encontrar una que me guste y esté relacionada con el tema y luego editarla para que quede lo estupenda que queda en cada post. Eso me genera cada vez pereza, como lo hace estar buscando imágenes específicas de un tema que no tiene imágenes muy relevantes.
Ahí es donde uno puede acudir a las imágenes de stock, ya sabéis, de servicios como Shutterstock —que hace tiempo me cedieron una licencia gratuita con ciertas limitaciones— que pueden ayudar a ilustrar cierta idea. El problema con esas imágenes de stock es que si las pones la razón fundamental para hacerlo será probablemente que te sientes obligado a ello por una estructura ya rutinaria en tus contenidos. O porque te dé miedo eso de que tus posts en Facebook o Twitter de repente aparezcan cojos sin una imagen acompañándolos, como apuntaba O'Haver. Como por ejemplo, aquí (esto no es una imagen, es el tuit embebido):
https://twitter.com/javipas/status/930770460350050304
A mí me ocurre y debería luchar contra esa sensación de "jopes, este post sin imágenes parece que es una cutrez". Es como si me estuviera traicionando a mí mismo y a vosotros, lectores, por no poner imágenes. Qué absurdo. Incognitosis, como tantos otros medios en internet, no debería tener imágenes de forma obligatoria.
Es algo que de hecho me ha hecho replantearme un diseño de futuro que sea menos visual y mucho más tipográfico, por así decirlo. No tengo más que pinceladas de ese rediseño que podría llegar en los próximos meses (Incognitosis cumple 13 años el próximo 15 de mayo de 2018, no digo más), pero creo que sería una oportunidad de incidir más en ese minimalismo y simplicidad que cada vez me convencen más.
No solo eso: cada post me llevaría menos trabajo sin tener que buscar una imagen destacada casi por obligación. Titular, texto y a tirar millas, chicos. Y si hay que meter imagen, siempre estaría a tiempo.
Oye, pues mola esto de la huelga de imágenes. Qué zen todo, majos y majas. Estupendo.