Un pingüino con aspecto de leopardo

Hace apenas 4 horas estaba asistiendo - en un céntrico hotel madrileño - a la presentación oficial de Leopard, el esperado sistema operativo de Apple que por fin ha llegado a su versión 10.5. Muchas son las cosas que se podrían decir de este desarrollo - como por ejemplo, que también se ha retrasado más de lo esperado - pero lo cierto es que viendo el resultado los chicos de Apple pueden estar tranquilos: la evolución de Tiger es sobresaliente, y hay un par de características que son especialmente impactantes cuando las ves en funcionamiento.

La primera es [tag]TimeMachine[/tag], la aplicación para creación y recuperación de copias de seguridad que funciona de forma increíble y que dispone de una interfaz igualmente sorprendente. No menos destacable es [tag]Quick Look[/tag], el nuevo previsualizador de varios formatos de fichero - DOC, PDF, XLS, JPEG, MOV - que permite acceder a los contenidos de forma casi instantánea desde el Finder.

Podría pasarme un buen rato hablando de este tema - de hecho, ya he hecho unas paginitas al respecto que saldrán publicadas en mi ex-revi el mes que viene - pero lo que también es notable es ver cómo la interfaz de Leopard ha sido copiada rápidamente para que uno la pueda adaptar a Linux casi al completo. Yo ya he dedicado un rato a hacerlo - en una cuenta nueva para el usuario 'leopard' que me he creado, y así no toco la mía de siempre - y no ha quedado mal del todo, pero está claro que el feeling no es el mismo, aunque es curioso ver que las cosas funcionan muy bien.

Existen un par de guías realmente detalladas para llegar a obtener un 'look and feel' como el que ofrece Leopard en Linux, y más concretamente, en Ubuntu Gutsy:

1-. HowToForge: completísima, con ayudas para personalizar cositas como Pidgin o Tracker de forma que se asemejen a los programas de Leopard.

2. Tuxlink: más antiguo, pero desde luego más completo, con un buen montón de desarrollos opcionales por si el acabado del anterior tutorial no os convence.

El resultado salta a la vista. Eso sí, sin TimeMachine :( Buen apunte de Sebastián, que en un comentario nos recuerda que existe una utilidad para Linux llamada TimeVault que tiene el mismo propósito aunque no disponga de esa maravillosa interfaz. Aún así, deberías ver TimeMachine en acción: es una maravilla de la usabilidad.