Todo es una apuesta

Todo es una apuesta
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Todo es una apuesta. No me refiero a la vida en general (que también un poco, la verdad), sino al mundo financiero en particular. Hoy por ejemplo estoy bastante atento a la salida a bolsa de Coinbase, el exchange de criptodivisas que hace unos meses estaba valorado en 5.800 millones de dólares (que ya es mucho) y ahora podría valer más de 100.000 millones.

¿Qué hago? ¿Invierto en Coinbase? Es lo que seguramente se pregunte mucha gente que está pensando en lanzar los dados. Meter o no pasta en Coinbase no es como hacerlo en Tesla o en Apple (por poner dos ejemplos que también llevan tiempo tentándome). Ellos tienen un producto detrás que controlan. Coinbase no. Coinbase irá tan bien (o tan mal) como lo hagan bitcoin y el resto de criptodivisas.

Ahora todo es felicidad, amigos lectores: la criptodivisa de moda sigue subiendo (ya juega con la barrera de los 65.000 dólares, qué absurdo todo) y contagia a todos y a todo. Quienes renegaban de ese "invento" ahora empiezan a verle posibilidades. Si están Paypal, Mastercard o Tesla igual la cosa tiene sentido. Si está Goldman Sachs, que se lo recomienda a sus clientes como inversión, queda claro que esto de las criptos tiene posibilidades reales.

Pero todos ellos no invierten. Apuestan. Es precisamente lo que comentaban en Intelligencer, que daba algunos ejemplos de este nuevo juego financiero en el que la volatilidad y el riesgo son máximos. Ha habido unos cuantos fenómenos extraños en los últimos meses. Fiebres que van y vienen, como las relacionadas con los NFTs o con los meme stocks o 'stonks' como GameStop (GME).

Ocurre por ejemplo con las criptodivisas, de las que ya estoy viviendo un fenómeno extraño: empiezan a ser parte de la conversación habitual con algunos conocidos. Hoy en la puerta del cole comentaba con otro padre que bitcoin está de record. Él me decía que estuviese atento a Stellar, cuya evolución he cotilleado después (no me parece tan llamativa, la verdad). El otro día dando una vuelta, lo mismo: un amigo me sacó el tema sin saber que yo controlaba un poco y estuvimos comentando dimes y diretes. Mi impresión: la de que era alguien que lo veía como una apuesta estupenda. Especulativa y todo lo que quieras, pero estupenda.

El tema es que últimamente yo estoy intentando empollar un poco más de esto. Lo de Coinbase igual se nos queda obsoleto en dos patadas, porque en un reciente intercambio de tuits me di cuenta de que soy un absoluto ignorante de lo que se nos viene encima, que por lo visto es todo el mundo DeFi (Decentralized Finance) en el que parece que el caballo ganador es Uniswap. Visité el sitio web de la empresa y no entendí qué hacían, pero tras leer introducciones al tema estupendas como esta ahora lo voy entendiendo un poco y parece que la idea tiene cierto sentido.

Lo que parece claro es que estar empollado en estos temas es muy, muy complicado, sobre todo cuando como se ha demostrado este año las fiebres del oro no paran de aparecer por doquier. Hay tantas cosas a las que apostar que igual lo mejor es quedarse quietecito, por si acaso.

¿O no? Buf.

Imagen | Riho Kroll