The newsroom, todo un descubrimiento

The newsroom, todo un descubrimiento
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Ando un poco perezoso con el tema series tras algunas decepciones -la más destacada, Breaking Bad, que me pareció un absoluto truño a pesar de que sé que muchos la tenéis casi como serie de culto- así que cuando comencé a ver The Newsroom tras comentarios en la ofi lo hice con bastante escepticismo. Y como casi siempre, lo hice con la versión original en inglés, aunque esta vez sí fueron absolutamente imprescindibles los subtítulos: la mayoría de los protagonistas hablan a una velocidad brutal y además está el uso de una jerga política con nombres y referencias en las que de otro modo me perdería.

Sea como fuere, The Newsroom es todo un descubrimiento. No la equipararía, creo yo, con Mad Men -esta última tiene un ritmo mucho más pausado, entre otras cosas- pero desde luego la calidad es impresionante. Sobre todo porque toca un tema muy de moda últimamente, el de la información frente al entretenimiento. La tendencia al infotainment de los medios impresos y de las televisiones es muy criticada en una serie que nos cuenta la historia de un telediario americano muy actual y absolutamente utópico en el que no hay manipulación de la información.

La mano de Aaron Sorkin (probablemente mi guionista preferido tras prodigios como The Social Network o Moneyball) es clara en una primera temporada que no tiene desperdicio. De princpio a fin, y del primer al último protagonista. Sorprende especialmente Jeff Daniels -que lo borda con ese protagonista que tiene ciertas trazas de Don Draper o del genial Dr. House-, mientras que Emily Mortimer quizás me falle un poco por un perfil algo pastelón. Quizás hubiese elegido a alguien con más mala baba para su papel, pero aún así, la cosa funciona. Todos los actores y actrices van ganando capítulo tras capítulo (bueno, a Olivia Munn no le hace falta ganar nada ;) ) y la trama se va complicando de forma lógica y muy interesante a medida que la cosa avanza.

Es especialmente curioso ver cómo Sorkin aprovecha la serie para meter caña directa e indirectamente a toda la profesión periodística y la clase política, con referencias claras a Rupert Murdoch y a un Tea Party del que apenas sabía nada hasta ver la serie pero que Sorkin demoniza hasta decir basta. En temas de política -y más la americana- lo tengo todo muy cogido con pinzas así que esa manipulación -y ahí sí existe, y Sorkin lo sabe- me resbala bastante, pero las referencias son inevitables en una serie que os recomiendo muy mucho y que lamentablemente tiene la pega de todas las series: que nos dejan colgados durante meses sin poder seguir disfrutándolas. En este caso, no se verá la segunda temporada hasta junio de 2013. Veremos si surge algún nuevo descubrimietno hasta entonces.