The Newsroom jamás debería terminar

The Newsroom jamás debería terminar
the-newsroom-s3-1

Había esperado a que acabase la tercera temporada de The Newsroom para verla a mi ritmo, y la verdad es que empecé tarde, después de navidades. En dos sesiones de tres horas terminé con esos 6 capítulos en los que se ha quedado esa última temporada de una serie que para mi es memorable de principio a fin -incluidas la primera y la segunda temporada, como ya dije por estos lares- y de la que hubiera visto 100 capítulos más.

He leído muchas críticas a esta tercera temporada y a la serie en general. Que si Sorkin es un prepotente, racista, machista y pijo, que si no sabe lidiar con líneas argumentales románticas, que si se mete donde no le llaman con argumentos discutibles... Como ocurre con cualquier otro contenido, digo lo mismo que diría a mis lectores si no les gusta lo que escribo: no me leáis. No veáis The Newsroom. Si algo no os convence, ¿para qué aguantarlo? Yo tardé 3 temporadas enteras en darme cuenta de que Breaking Bad no era para mi -quizás algún día le dé una segunda oportunidad- y he tardado mucho menos en echar a la basura The Wire -dos capítulos fueron suficientes-. Acabo de empezar hace poco a ver Los Soprano, la que dicen que es la mejor serie de la historia, y tras la primera temporada solo se me ocurre un comentario: Meh.

Casi me costaba ver un capítulo de esas series. Lo veo y me pregunto si no estaré perdiendo el tiempo. Esa señal debería ser suficiente, pero la crítica de otros -sea de conocidos o de medios de comunicación- me afecta demasiado. Me digo "algo bueno tiene que tener". Y persisto. Y probalmente me equivoque al hacerlo.

Que es exactamente todo lo contrario de lo que me ocurre con The Newsroom, una serie cuyos argumentos morales pueden ser discutibles -el episodio en el que tratan el tema de la violación es telita, pero los argumentos de Don no están tan vacíos como he leído por ahí- pero cuya línea general es absolutamente prodigiosa. La tercera temporada diría que es la mejor de todas, y ese ritmo frenético -en una serie que habla de un telediario, tócate las narices- es asombroso. En The Newsroom todo el mundo habla muy rápido (y Olivia Munn más que ninguno) y con argumentos muy potentes. Se las saben todas -aunque aquí Will se sabe incluso algunas más- y eso mola. Es ficción hasta en eso, pero a mi me tiene pegado a la pantalla, disfrutando como un enano de las réplicas y contrarréplicas que se dan unos a otros.

El reparto también es de sobresaliente. Jeff Daniels (Will McAvoy), Thomas Sadoski (Don Keefer), Dev Patel (Neal Sampat), Olivia Munn (Sloan Sabbith) o Sam Waterston (Charlie Skinner) tienen actuaciones impecables. Éste último es especialmente fantástico y entrañable, a pesar de tener algo menos de protagonismo. Menos llamativos y creíbles son los personajes que interpretan John Gallagher Jr (Jim Harper), Alison Pill (Maggie Jordan) y sobre todo una Emily Mortimer (McKenzie McHale) a la que me temo que el papel le ha venido algo grande.  Fíjate si no en Jane Fonda, que a sus 77 años está como una rosa y que da una lección a algunos de los jovencitos. Tremenda.

En la serie he echado de menos algunas cosillas -SPOILER- como la vuelta de Neal a la redacción tras su precipitada fuga por el caso de espionaje del que se le acusaba. No hay reencuentro con Will o con otros compañeros, cuando dedicarle un par de minutos a una escena de ese tipo hubiera sido lo suyo. Igual tuvieron que quitarla, no sé. Son pequeños pecadillos para una producción que es en mi opinión de lo mejor que he visto en toda mi vida y que, como digo, hubiera querido que siguiera en pantalla muchos años más.

La revisitaré, seguro. Y me dará una rabia enorme no poder revivirla como si la hubiera visto por primera vez. Qué. Gran. Serie.