Incognitosis De newsletter de pago nada (por ahora) Post breve para comentar el resultado de la encuesta a la que algunos amablemente contestasteis estos días. Como sabéis, preguntaba si tendría sentido crear un Incognitosis en formato newsletter de pago. Algo tipo Stratechery, contaba: todos los días os llegaría un correo con una reflexión de las mías y, supongo,
Incognitosis Incognitosis cumple 15 años El culpable de que me picara el gusanillo con esto de los blogs fue un compañero de batalla de PC Actual. En 2004 vi cómo creaba y mantenía un blog con TypePad, una plataforma que molaba pero que era de pago. WordPress, que era gratuita aunque más cutre inicialmente, era
Tecnología La entrada más vista de la historia de Incognitosis Ya he comentado en alguna ocasión que no presto demasiada atención a las estadísticas. Las miro, claro, pero no me obsesiono. No estoy aquí por el tráfico, porque ese argumento es (relativamente) importante cuando te tienes que ganar las perras con un medio online. Sin embargo en esas estadísticas siempre
Tecnología Incognitosis se muda (un poco) Este es uno de esos posts en modo sysadmin aficionado que en realidad no escribo para vosotros, sino para mí: para acordarme de cómo hice las cosas y cuáles son los problemas por los que pasé para resolverlos. Desde hace unas semanas venía detectando algún problema en Incognitosis. Aquello de
Tecnología Patreon sigue vivo (y yo también) Ya no os doy la tabarra con Patreon. Lo hice durante un tiempo, sobre todo porque quería impulsar un proyecto con el que me planteaba a mí mismo una pregunta bastante utópica. ¿Y si pudiera ganarme la vida con Incognitosis? La campaña de Incognitosis en Patreon empezó con el décimo
Tecnología Incognitosis cumple 14 años El 13, ya se sabe, es mal número si no crece, así que llegar a los 14 en Incognitosis como que tranquiliza ;) Catorce años, que se dice pronto, casi una tercera parte de mi vida en la que este blog ha formado parte de ella. Espero que lo haga por
Tecnología Feliz Navidad Te levantabas dando un salto mortal, como dice la canción. Lo hacías porque era una fecha muy especial: era Navidad, y eso solo podía significar una cosa: regalos. ¿Habría pasado Papá Noel por casa? ¿Habría dejado ese regalo que tanto habías pedido? Entrabas en el salón y buscabas tu calcetín