Smartphones con pantallas 1080p, dejando en ridículo a Retina

Los que sepáis un poco de tecnología seguramente coincidiréis conmigo en que en temas de movilidad hay que empezar a prestar atención al gigante chino. HTC, Xiaomi (con su notable Xiaomi Phone 2), Meizu (el MX2 está anunciado, y pronto llegará a tiendas) y Oppo están comenzando a demostrar que su capacidad es hoy en día comparable a la de gigantes como Apple (EEUU, aunque fabrique en China) o Samsung (Corea del Sur). Esas cuatro empresas de las que hablo llevan tiempo destacando en este terreno, pero sus últimas creaciones son una pista de lo que se nos viene encima. Y dos de ellas confirman esa tendencia de las pantallas de alta definición que Apple impuso con buena visión y que ahora son uno de los argumentos de compra de cualquier terminal.
El Oppo Find 5 presentado hoy y el HTC J Butterfly (en Estados Unidos se venderá como el HTC Droid DNA) son dos terminales asombrosos que destacan sobre todo por sus pantallas con resolución 1.920x1.080 píxeles, lo que eleva los densidad de píxeles a unos asombrosos 440 ppi, que hacen que los 326 de los iPhone 5 muerdan el polvo. En realidad estos megateléfonos son lo último de lo último en otros muchos apartados, como sus procesadores quad-core Snapdragon S4 Pro APQ8064 a 1,5 GHz o, en el caso del Oppo Find 5, su llamativa cámara de 13 Mpíxeles (qué burrada) capaz de capturar no solo fotos, sino vídeos HDR.
La fiebre por esas pantallas de altísima resolución está comenzando a ser quizás un pelín exagerada en mi opinión: las pantallas del citado iPhone 5, del Nexus 4 o del Samsung Galaxy S3 son más que decentes, pero está claro que los fabricantes chinos están demostrando que por un precio sensiblemente inferior que el de esos terminales podemos acceder a pantallas aún más capaces, y ese es un argumento que a los usuarios de a pie supongo que les encantará. Personalmente no veo una aplicación práctica (al menos hoy en día) para tener 1.920x1.080 píxeles en una pantalla de 5 pulgadas -la misma que usa el Droid DNA- pero como decía, parece que los fabricantes chinos quieren dejar claro que hoy por hoy su capacidad de innovación es notable. Si logran exportar esos modelos fuera de sus fronteras, estas empresas podrían convertirse en una amenaza real para unos fabricantes que quizás deberían echar un vistazo por el rabillo del ojo. Por si las moscas, más que nada.