Una de sistemas operativos, por favor

Una de sistemas operativos, por favor
operating_systems

Hace 20 años en mi casa había dos sistemas operativos dominando el panorama doméstico. Uno era Windows 3.1, pero yo aquello no lo tocaba salvo error porque me daba bastante repelús. El otro era un AmigaOS 3.1 que mereció mucho más de lo que acabó dándole aquella empresa llena de gestores incapaces que fue Commodore. ¿Qué opinaba entonces? Recuerdo que para mi AmigaOS no tenía parangón, que en la facultad debatía con algún compi lo poco de vida que le quedaba a Apple (¡ja!) y que Microsoft ya apuntaba maneras con aquel Windows 95 que cambió la historia.

Hace diez la cosa ya había cambiado mucho: Windows XP era absoluto protagonista desde hacía años, pero también lo era en mi caso Linux: me había convertido en todo un distrohopper y disfrutaba cambiando de aroma linuxero como quien cambia de camisa. Por entonces, por cierto, no se hablaba apenas de sistemas operativos móviles (diría que yo que aguantaba con un R600), pero creo recordar que aún le sacaba partido al Pocket PC  con Windows CE. ¿Qué opinaba entonces? Pues que AmigaOS sí tuvo su parangón, que Microsoft conquistó el mundo, y que Apple logró resucitar de sus cenizas y hacerlo además con un sistema operativo asombroso. Yo, no obstante, tenía claro que Linux no tenía parangón.

Actualmente mi realidad es muy distinta. Trabajo a diario con Windows 10 -hasta hace nada, con Windows 8.1-, pero lo he hecho de forma paralela casi a diario con (Mac) OS X, un sistema operativo que gradualmente está desapareciendo de mi vida. Linux, por su parte, acabó cansándome. Y mientras tanto, he probado casi todas las plataformas móviles del mercado. Algunas mucho (iOS, Android), otras menos (Windows Phone) y otras básicamente como parte de análisis de productos (Firefox OS, BlackBerryOS, Ubuntu, Sailfish OS). ¿Qué opino hoy en día? Pues para empezar, que Linux también tenía parangón. Y sobre todo, que el mejor sistema operativo es el que hace lo que necesitas en cada momento, y que la mejor receta es dejarse de guerras estúpidas, combinarlos, y coger lo que más te convenga de unos y de otros. Me he vuelto totalmente agnóstico y puedo trabajar en cualquiera de las tres grandes plataformas de forma más o menos cómoda, pero tengo claro dónde me siento más a gusto y hago las cosas más rápido actualmente. Aquí podría haber debates éticos (el Open Source te salvará) y técnicos (seguridad, protección de memoria, planificación de procesos, eficiencia), pero ya lidié esas batallas y las perdí. Todas. Así que no volví a molestarme en luchar contra lo que era sencillamente cómodo y conveniente.

La viñeta de Randall Munroe en XKCD de ayer es otro prodigio de ese humor ácido y friqui de un autor alucinante que casi siempre dibuja muy bien las realidades. Porque da igual lo que uno utilice hoy en día, y da igual que crea que es lo mejor. No tendrá (tendréis, tendré) razón. Yo lo creí en el 95 de AmigaOS, en 2005 de Linux y en 2015 de Windows 10. Puede que en 2025 TinderOS, Nest y Algo.js (qué grandes nombres para los SO del futuro) dominen nuestra realidad, pero lo que no cambiará es que miraremos atrás y probablemente esbozaremos una media sonrisa nostálgica. Porque aquello que nos parecía la pera limonera, aquello que iba a cambiar el mundo, no lo hizo. O quizás sí, pero no lo suficiente para perdurar.

Hasta que llegue GNU/Hurd, claro.