Se me acabó Xbox Game Pass Ultimate

El 19 de junio de 2019 me gasté 105 euros en Game Pass Ultimate. La plataforma de suscripción de Microsoft acababa de debutar en aquel momento con esa versión tan llamativa, y yo decidí que me parecía una inversión estupenda.

De hecho, el precio "normal" hubiera sido 350 euros más caro, pero Microsoft permitía convertir una suscripción a Xbox Live Gold con un ratio 1:1 (un mes de Gold por un mes de Ultimate) si comprabas un solo mes de Ultimate, que por entonces también estaba de oferta a un euro. Un negocio redondo.

¿O no?

Pues tres años y medio después, mi conclusión es que, como esperaba, le he sacado poco partido a Xbox Game Pass Ultimate. El catálogo es asombroso y es cierto que he probado algunos juegos de cuando en cuando —Starfield fue de los últimos—, pero en general he desaprovechado bastante todas sus prestaciones, incluida la de xCloud (oficialmente, Xbox Cloud Gaming), que yo pensaba que iba a ser diferencial en mi vida y en la de millones de jugadores, pero que por ahora está teniendo una popularidad y acogida bastante limitadas.

El caso es que nada más empezar el año se me acaba el periodo que tenía vigente de suscripción (amplié con tres o seis meses más en algún momento hace un tiempo, no recuerdo cuándo exactamente), y decidí que de momento aquí se acababa la historia. Por un lado me da rabia, porque ciertamente era estupendo saber que podía jugar a todos esos juegos cuando me diera la gana. Por otro, me da tranquilidad, porque sé que no voy a jugar a ninguno de esos juegos salvo de forma anecdótica. Mi realidad, ya comentada aquí hace tiempo, es que ya no juego tanto, entre otras cosas porque no tengo tanto tiempo para jugar.

Usaba esa imagen en 2020 y creo que refleja la realidad de millones de jugadores: hoy en día la oferta es espectacular, pero simplemente no podemos abarcar todos los juegos. Lo normal, de hecho, es que nos interesemos por el último lanzamiento del momento, el que es más llamativo durante esos días, y dejemos de prestar atención a un título que había sido igual de llamativo hace apenas... ¿una semana?

Son de hecho varias las plataformas que no paran de regalar juegos. Yo acabo de mirar Epic Games Store y he visto que estaba el 'Marvel's Guardians of the Galaxy', así que lo he cogido aunque dudo que vaya a jugarlo nunca. Soy, como seguro que muchos de vosotros, un pequeño diógenes gamer: tengo mi biblioteca de Steam y de Epic Games bastante nutrida de títulos que nunca he instalado o probado. Y ni siquiera estoy muy atento a esos regalos, simplemente miro cuando me acuerdo o los descubro en Twitter o algún artículo que veo por ahí.

Hay un problema importante con Game Pass: necesito al menos la versión básica (Xbox Game Pass Core, antes Xbox Live Gold) para poder jugar a mis juegos comprados en multijugador online. Eso no me preocuparía si no fuera porque uno de los pocos juegos a los que sigo jugando de cuando en cuando es FIFA. Puedo disfrutarlo en PC sin pagar el online de Microsoft, pero ya estoy acostumbrado a jugar en la Xbox con mi tele grande, y me resultaría raro jugarlo desde el PC. Igual pruebo, por probar, pero me da que si reactivo mi afición acabaré teniendo que suscribirme a Game Pass Core.

De hecho por lo que he leído el truco para suscribirse de forma más barata a Game Pass Ultimate sigue funcionando de forma similar, aunque algo menos ventajosa. Basta con comprar suscripciones a Xbox Game Pass Core (36 meses máximo), y luego "convertirlas" comprando un mes de Xbox Game Pass Ultimate. La única pega es que el ratio ya no es 1:1, sino 3:2. Los tres años de Game Pass Core se convierten en 2 años de Game Pass Ultimate.

Haciendo cuentas: 12 meses de Game Pass Core están a unos 43 euros en CDKeys, así que habría que invertir 129 euros para conseguir los 36 meses. A partir de ahí habría que conseguir uno de Game Pass Ultimate (14,99 euros, si no me equivoco, 8,59 euros en CDKeys), con lo que por 145 euros tendría los dos años próximos de Game Pass Ultimate cubiertos. La anterior vez cada año me salió a 35 euros. Esta vez me saldría a más del doble, casi 75. Mal negocio, sobre todo para alguien que como yo juega de Pascuas a Ramos. La conclusión para alquien del culto al InvierteEnAquelloQueUsas es clara.

Se acabó Xbox Game Pass Ultimate.

Al menos, de momento. Probaré a jugar al FIFA en el PC si quiero multijugador, y seguiré disfrutando de algún Battlefield también allí. En la Xbox Series X seguiré disfrutando de mis partidas al Sifu, y puede que en algún momento aproveche algún chollo para comprarme nuevos juegos —el Star Wars Jedi Survivor me hace ojitos—, pero salvo por esas ocasiones, no tengo ahora mismo muy claro que me merezca la pena que la cosa cambie. No cierro la puerta a suscribirme —es lo bueno de este modelo, te puedes reenganchar cuando te dé la gana—, pero hoy por hoy, no me sale a cuenta.

Eso me vuelve a reconfirmar en mi postura sobre las suscripciones. La mayoría son como los gimnasios, y apenas les sacamos partido. Diría que estamos de hecho en una fase importante para todas esas empresas que han aprovechado el reclamo de "¡consume todo lo que quieras! ¡Barra libre de contenidos!". Una vez los usuarios nos damos cuenta de que tenemos demasiados contenidos que consumir, quizás también nos vayamos dando cuenta de que podemos ir saltando de una suscripción a otra —suscription hoping se me ocurre que lo llamarían los sajones—, activándolas y desactivándolas a nuestro antojo para ahorrar gastos.

Entiendo que eso es lo que acabará pasando si como parece el mundo acaba siendo un mundo de suscripciones. Inasumible pagarlas todas, así que lo práctico será suscribirse a una, pegarse un atracón con sus contenidos y a otra cosa mariflower. Con algunas eso es más difícil, y Game Pass Ultimate es un buen ejemplo: los juegos no te los sueles acabar en un par de días o en una semana, y muchos enganchan durante meses o años, así que ahí los usuarios deberían pensar si no les compensa más comprar directamente esos títulos que acaban atrapándoles. Muchos seguirán pagando la suscripción porque oye, igual un día me apete darle un tiento a ese otro juego, y Microsoft lo sabe. Y por eso Game Pass Ultimate seguramente seguirá funcionando como un tiro y añadiendo juegos estupendos.

Pero aquí tenéis a uno que se baja del carro. Al menos por ahora.