RetroMadrid, melancolía friki

Dicen que no es bueno vivir anclado en el pasado, pero de cuando en cuando es genial rememorar los buenos y viejos tiempos. Y es lo que he hecho hoy cuando me he acercado a la feria RetroMadrid, un evento que reúne a verdaderos apasionados de la microinformática todos los años y que se está celebrando hoy en un centro cultural cerquita de Batán, en Madrid. En ella varios coleccionistas y asociaciones de 'frikis nostálgicos' han reunido un buen grupo de máquinas legendarias: Los MSX estaban por doquier - de hecho, la feria se llamaba MadridSX hasta este año, porque estaba centrada totalmente en esas máquinas - pero también había unos cuantos Amstrad y Spectrum - nada de C64, una ausencia imperdonable - , que estaban rodeados de decenas de juegos de aquella época mítica en la que por 875 pelas podías tener el último exitazo del momento.

Los 8 bits estaban muy bien representados, pero también las primeras bestias de 16 y 32 tenían protagonismo. Además de algún que otro Atari - en especial un 800 XL 'modded' que con un procesador de 1 MHz estaba ejecutando una demo impresionante - estaba, cómo no, mi añorado Amiga. En concreto un 1200 y un 600, pero ninguno de los dos estaba funcionando porque había cierto problema con la tele a la que estaban conectados, porras. También había mucha consola ochentera, mucha DreamCast - maquinón aún hoy - y algunas verdaderas rarezas, como un Commodore portátil con pantalla de 4 pulgadas, un Oric del año catapún e incluso modelos más antiguos que ni siquiera conocía :)

La nostalgia le invade a uno cuando ve aquellas maravillas aún funcionando perfectamente y demostrando que en aquella época parecía contar mucho más la imaginación que ahora. Como si todo se disfrutase más y generase más ilusión, no sé. Ha sido genial pasearse por allí y poder charlar con los dueños de estas máquinas excepcionales, retomando debates que siempre quedaron en el candelero, como aquel famoso de mis últimos años de Amiga en los que unos apoyaban los procesadores CISC y otros los RISC. Qué tiempos aquellos. Buf.