'Ready Player One' y el cine de palomitas

'Ready Player One' y el cine de palomitas
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Entrada sin destripes/spoilers.

Cuando leí 'Ready Player One' hace casi tres años publiqué una breve crítica sobre la novela de Ernest Cline. No recuerdo que me dejara tan asombrado como a tanta gente que la recomendó, pero es cierto que el tema llegó en el momento justo, en ese despertar de la realidad virtual que nos lo prometía todo y de momento no nos ha dado (casi) nada.

Ayer, como comentaba en Twitter, me fui a ver la película al cine con Matu, y lo hacía con pocas o ninguna expectativa. Había visto el primer teaser trailer y no quería ver mucho más por  si me animaba a ir al cine. Las críticas que había visto no eran buenas —aquí hay un ejemplo bastante hater, y también me leí la de Boyero, el crítico del País, aunque no coincida con él en gustos a menudo— y me esperaba salir del cine pensando que había malgastado diez euros. Por cierto: bajan el IVA cultural, veremos si eso se nota en el precio de las entradas.

El caso es que la peli me gustó. Me sorprendió el peso de la animación frente a las actuaciones de los personajes reales (80/20 como poco), y me gustó el ritmo y la trama. Facilona, previsible, efectista pero curiosamente efectiva. De los actores y actrices, por cierto, nada especialmente destacable o reseñable. O casi nada, porque es llamativo cómo Spielberg ha fichado a un plantel de desconocidos y (como mucho) buenos secundarios. Veremos si de aquí salen futuras leyendas de Hollywood, la chica (Olivia Cooke) parece que tiene personalidad.

No recordaba ya apenas la novela más que en líneas generales y sé que había muchas más referencias ochenteras en ella. De hecho no recordaba nada ese guiño a 'El Resplandor' que es uno de los momentos más especiales de la peli —es, de hecho, bastante brutal— pero supongo que muchos guiños más se quedaron en el tintero porque como suele suceder, las novelas permiten contar cosas de forma mucho más económica, en apenas un par de párrafos, mientras que en cine recuperar todos esos guiños hubiera sido costoso en recursos y hubiera alargado la cinta probablemente más de lo deseable.

La animación, por cierto, es estupenda, pero no mucho más que algunas secuencias cinemáticas que vemos incluso en videojuegos. Es curioso cómo las diferencias ya entre lo que vemos en la gran pantalla y lo que vemos casi ya de forma rutinaria en el mundo de los videojuegos son bastante reducidas. Eso hace que evidentemente el fondo —guión, planos— sea más importante que la forma, y ciertamente en RPO como digo el resultado sea más que digno. Esto es una peli de animación con un poco de actores reales, punto.

El resultado, sea como fuere, es entretenido. Spielberg hace mucho que descubrió el secreto de las buenas 'pelipalomitas', como dice Matu, y 'Ready Player One' es un ejemplo perfecto de eso. De cómo no pensar en nada más durante un par de horas y abandonarse al entretenimiento y a las palomitas, sin más.

Incluso el mensaje final —el de que el mundo real con sus luces y sus sombras, vale la pena, aunque sea martes y jueves— queda un poco ensombrecido por el espectáculo de luz y color. Que no está mal tampoco. Esto no es una peli para intelectuales, señores. Es una peli que vende entretenimiento, y que lo hace aprovechando el argumento estrella de estos tiempos: la nostalgia.