Quo Vadis, Apple?

La jugada me salió rana. Compré acciones de Apple en junio del año pasado, justo antes de la WWDC, pensando que la táctica serviría de algo: normalmente las acciones de Apple subían de forma moderada tras estos eventos en los que los chicos de Cupertino solían vencer y convencer con nuevos productos y servicios. La cosa pareció no ir mal del todo al principio, porque en aquellas primeras semanas Apple continuó batiendo sus récords de cotización hasta llegar a los 700 dólares.
Me las prometía muy felices. Los analistas hablaban de una Apple imparable cuyo valor en el mercado superaba a gigantes como Exxon, y cuyas acciones parecían no tocar techo al menos hasta llegar a los 1.100 dólares. Y entonces llegó aquel evento en el que las cosas se torcieron para Apple. Sí. Aquel en el que presentaron un esperado, poco sorprendente y hasta decepcionante (léase aquí la introducción de Lightning) iPhone 5. Y todavía vendrían más noticias alarmantes. El iPad mini, también tan esperado como poco sorprendente -por mucho que esté vendiéndose como churros- era otra demostración más de que a Apple podría estar acabándosele el chollo que comenzó a aprovechar con su legendario iPhone.
No es que el iPhone 5 o el iPad mini sean malos productos, desde luego. Simplemente, no destacan como lo hacían sus antecesores. Hoy en día fabricantes como Samsung, Huawei y algunos desconocidos aquí pero muy conocidos en China (Xiaomi, Oppo) están demostrando que en el terreno de la movilidad Apple ya no lleva la voz cantante en muchos apartados, y lo mismo ocurre en terrenos antes dominados por Apple, como el los Ultrabooks (totalmente inspirados en el MacBook Air). A Apple no parecen quedarle ases en la manga, algo que comenta con bastante acierto mi ex-compi Jesús Díaz, hoy en día triunfal redactor en Gizmodo USA, que afirma que Apple está comenzando a echar mucho de menos a Jobs, y que la empresa que ese visionario creó con Wozniak podría convertirse en la próxima Sony:
It's going to be hard for the company to grow at the same rate of yesteryear if they can't create new markets. And the possibilities of doing that without Steve Jobs are low. Very low. That's how important his vision was.
If Apple can't achieve that, then it may end like Sony. A great company, with good products and good design, but just another company fighting to sell phones, tablets and computers.
Así es. Ni siquiera esa hipotética y revolucionaria televisión de Apple parece ya factible. Leí hace poco un artículo que me dejó muy claro que el futuro de la tele no está en la tele, sino en el set-top-box que tengamos al lado (sea una Xbox 360, un Raspberry Pi o un Google TV, por citar ejemplos), y creo que daban en el clavo. Apple no parece que pueda hacer algo demasiado distinto a lo que hace su actual Apple TV, así que como dice Jesús, no parece que Apple pueda crear nuevos mercados.
Y mientras todo eso iba pasando, por cierto, yo seguía viendo cómo las acciones no paraban de caer. Seis meses después -aquí la evolución- parecía claro que la cosa no iba a recuperar, así que dejé de hacer el primo y vendí. He perdido pasta -no mucha, tampoco invertí demasiado-, pero al menos me he librado aparentemente de una caída aún mayor. Diez días después de vender yo Apple caía un 11% en una sola sesión -y sigue cayendo a plomo-, algo que es un fiel reflejo de la confianza que el mercado está dándole a una Apple que necesita como agua de mayo sorprender. Pero de verdad.