Quiero una Xbox One S

Ayer fue un día intenso: Microsoft primero nos sorprendió con la compra de LinkedIn por 26.200 millones de dólares -una cantidad absurda y una operación que en mi opinión no está especialmente justificada-, pero es que por la tarde teníamos conferencia de la propia Microsoft en el E3 2016 y, desde luego, la keynote del evento WWDC 2016 de Apple. Como hay mucha leña que cortar empiezo por Microsoft.

Me encantó la conferencia -también es verdad que soy fan de la plataforma- pero es que aparte de los juegos me encantó el anuncio de esa Xbox One S que es una preciosidad en diseño y que me parece una acertadísima evolución de la Xbox One.

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Lo es en todos los sentidos: se deshace del ladrillo que es la fuente de alimentación y lo mete dentro de la consola, pero incluso haciéndolo reduce las dimensiones un 40%. Y no renuncia al puerto HDMI In -sigue teniéndolo- y lo refuerza con un sensor de IR para controlar todo lo que quieras a través del mando a distancia con la Xbox One S como centro de la experiencia multimedia. Microsoft ni siquiera lo mencionó en el evento -juegos, juegos y más juegos- pero mola que no hayan renunciado a ese apartado.

Menos llamativo a priori es el soporte 4K (UHD) y HDR, sobre todo porque uno tiene que tener una televisión con esas tecnologías -y no muchos lo hacen actualmente- y también porque los contenidos 4K (y HDR) brillan por su ausencia de momento. Pero está claro que el impulso de los fabricantes por estos sistemas es total, así que acabaremos disfrutando sí o sí de ese tipo de emisiones más temprano que tarde.

Así que tenemos una consola 1) más pequeña, 2) igual o puede que un poco más potente, 3) que no renuncia al HDMI In (ni a Kinect, vía adaptador, curioso), 4) que está preparada para el futuro UHD/4K/HDR, y 5) que cuesta 299 euros. No me la compraré porque ya tengo la Xbox One, pero si tuviera que comprar una consola ahora mismo lo tendría claro: la

PS4

Xbox One S, por supuesto.

Mucho más intrigante es esa consola que por ahora tiene nombre en clave molón y muy 007 -Project Scorpio- y que parece que será toda una bestia en términos de potencia, pero claro, eso también tendrá un impacto relevante en el precio.

Pero es que hubo otros anuncios interesantes más allá del anuncio de nuevos títulos para los próximos meses: pronto comenzarán a aparecer los títulos Xbox Play Anywhere: pagas una vez por el juego, podrás descargarlo e instalarlo en la consola o en un PC Windows 10, y se guardará el progreso en cualquiera de las dos plataformas, además de poder jugar en Xbox LIVE de forma mixta. Mola que te mola.

Ese movimiento vuelve a dejar claro que la convergencia será parte integral de la plataforma de entretenimiento de Microsoft. La Xbox One y la Xbox One S -y la Project Scorpio- serán en esencia PCs con formato de consola, sobre todo cuando este verano llegue el Anniversary Update y podamos comprobar en serio buena parte de las prestaciones que estas máquinas pueden dar más allá de los videojuegos gracias a las aplicaciones universales. Y si eso no es importante para ti, pues nada, podrás seguir disfrutando de los juegos, que esta vez sí dejaron claro que son protagonistas absolutos de esta plataforma.