Quiero un monitor 4K. Y probablemente tú también.

Dell UltraSharp 24 Ultra HD
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Dell UltraSharp 24 Ultra HD

Era algo inevitable. De hecho, me pregunto cómo han podido tardar tanto. Apple presentó sus iPhone 4 con pantallas Retina en junio de 2010, y desde entonces hemos visto como esa tendencia a mayores densidades de píxel se ha ido extendiendo a pantallas de cada vez mayor tamaño. Primero a los tablets, luego a los portátiles y, finalmente, a los sobremesa. Lo comprobábamos esta semana con el lanzamiento de los nuevos monitores 4K de Dell, que llevarán resoluciones de 3.840 x 2.160 píxeles a esas diagonales de 24, 28 y 31,5 pulgadas.

El salto a resoluciones 4K es, para los que no lo hayáis comprobado en vuestras propias carnes, asombroso. Yo diría que superior al que se dio del VHS al DVD, y del DVD a los formatos 720p y 1080p. No por sus implicaciones en el contenido de vídeo --que también, pero eso tardará en hacerse medio normal-- sino por las que tiene para nuestra rutina diaria frente al PC. Para quien haya trabajado con un MacBook con pantalla Retina o con alguno de los nuevos portátiles HiDPI basados en Windows --ya sabéis que hace poco he tenido unos días en mis manos un Lenovo Yoga 2 Pro-- la definición, claridad y calidad de esas pantallas es, sencillamente, acojonante. (Disclaimer: lástima no poder usar esa palabra en Xataka, a veces vendría muy bien).

De hecho, iría más allá: yo diría que en los últimos años hay dos grandes saltos de calidad en el mundo de la informática portátil y de sobremesa. El primero, la llegada y popularización de las unidades SSD. El segundo, la llegada de estos monitores 4K y de alta resolución (no necesariamente 4K) a sobremesas y portátiles. Mientras que las unidades SSD han proporcionado una mejora sustancial en la velocidad de trabajo, los monitores 4K le vendrán de lujo a nuestros ojitos, que bastante sufren ya con unos monitores que comenzaban a necesitar un nuevo pasito en su evolución. En AnandTech probaron un modelo de ASUS en julio, y las conclusiones fueron muy favorables, sobre todo teniendo en cuenta que el editor encargado odiaba las TVs 4k. Imaginaos el cambio.

Parece que el 24 pulgadas saldrá por 1.399 dólares y el 31,5 pulgadas por 3.499 dólares. Lo curioso --bueno, no tanto, llegará con ciertas desventajas para mi "menores"-- es que el modelo de 28 pulgadas, que llegará a principios de 2014, tendrá un precio por debajo de los 1.000 dólares. No sé si podré resistirme. Lo dudo. Si todo va bien, en un futuro no muy lejano ese monitor --como bien me comentaba ayer Javier Penalva-- será muy bien aprovechado por ese futuro Ultrabook o quizás tablet (yep, te miro a ti, Surface Pro 3) que espero con igual ansia.

Dios, qué ganas de que llegue el futuro de una vez.