¿Quién necesita un iPad de 1.500 euros?

¿Quién necesita un iPad de 1.500 euros?
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Me lo pregunto de verdad. Está muy bien que sea el dispositivo más delgado de la historia de Apple —Jony Ive estaría orgulloso—, que presuma de pantalla OLED y que tenga un M4, pero es que salvo para un minúsculo grupo de gente, esas prestaciones son absurdas.

Apple no ha hecho este iPad Pro porque la gente lo necesitara. Lo ha hecho por la sencilla razón de que podían hacerlo.

No sé quién necesita un M4 en una tableta de 13 pulgadas. En la presentación se centraban en creadores de contenido que usaban Final Cut Pro o Procreate en los nuevos iPad Pro, pero una vez más, ¿quién usa esas aplicaciones en estos dispositivos? Diría que muy, muy pocos.

La razón es muy sencilla, aunque es más una intuición: la de que la gente que trabaja con esas aplicaciones lo hace delante de un Mac, no delante de un iPad (si tuviera macOS sería otra cosa). Que sí, que tenerlas ahí como alternativa no está mal, pero ¿a ese precio? Nones.

De hecho, ahora lo ideal si necesitáis una tableta de altos vuelos sería optar por los iPad Pro de 2022, pero es que esos modelos, al menos en Amazon, no se han abaratado. El de 11 pulgadas está a 959 euros, y el de 12,9 está a 1.447 euros. Mucha tela para un producto de 2022, sobre todo cuando los nuevos iPad Air ya igualan en muchas cosas (como el chip M2) y saldrán sensiblemente más baratos que esos precios (699 y 949 euros para los modelos de 11 y 13 pulgadas de base, respectivamente).

Pero es que mi pregunta de quién necesita un iPad de 1.500 euros es en realidad extensible al resto de la gama. Los iPad Air, que precisamente presumían de delgadez y peso reducido, son ahora más gruesos y pesados que los iPad Pro, y parten de los citados 699 euros. Que es casi una ganga teniendo en cuenta el resto de opciones. Los iPad de 10ª generación, el modelo base que salip al mercado en 2022 y no se ha renovado, costaba entonces 579 euros. Ayer Apple se apiadó de nosotros y lo rebajó a 429 euros porque hasta ellos se dieron cuenta de que al precio original la estafa era insólita.

La inmensa mayoría de la gente no necesita un iPad Pro de 1.500 euros. Tampoco creo que la inmensa mayoría necesita un iPad Air de 949 euros. Ni uno de 699. Es más: diría que la inmensa mayoría de la gente ni siquiera necesita un iPad de 429 euros.

Lo que necesitaría —de necesitar una tableta— la inmensa mayoría de la gente es un iPad de 250 o 300 euros. La razón es simple: con ese dinero Apple podría hacer una tableta de 11 pulgadas con un A12 o A13 Bionic que iría más que sobrado para lo que hace el 99% de la gente con su iPad, que no es ni más ni menos que ver series y pelis o navegar por internet.

No necesitamos un M2 para eso. Mucho menos un M4. Lo de la pantalla OLED reconozco que es pintón para consumir contenido de vídeo, pero... ¿de verdad hay que pagar 1.100 euros por ello? La Lenovo Tab P11 Pro tiene pantalla OLED de 11,5 pulgadas por 420 euros. Que ya me parece una burrada, pero oye, ahí está la alternativa.

No sé. A Apple, como al resto de los fabricantes, se le ha ido de las manos esto de los cacharritos de gama súper alta. Y lo malo es que nosotros, que somos idiotas, seguimos comprándolos. Que se lo digan al iPhone, queridos lectores: ¿sabéis cuál de los cuatro modelos del iPhone 15 se ha vendido más?

El iPhone 15 Pro Max.

Según Counterpoint, más incluso que el iPhone 15 normal, que es el más asequible y el que teóricamente debería ajustarse más a los bolsillos de la gente. Pero no. Debe ser que la gente sí necesita un móvil de 1.400 euros para ver Instagram y chatear con WhatsApp. Y debe ser justamente por eso por lo que Apple lanza un iPad Pro de 1.500 euros.

Porque da igual que no lo necesitemos.

Apple sabe que la gente se lo va a comprar.

Argh.