¿Qué pagarías que ahora es gratis en internet?

Ayer publiqué un artículo en Xataka que fue un poco como tirar piedas a mi propio tejado. En 'Internet es más rápida que nunca, pero es como si no lo fuera cuando navegamos por la World Wide Web' hablaba de varios estudios que confirmaban una y otra vez lo mismo: tenemos líneas de banda ancha que son la pera, pero lo de navegar por internet es igual de lento que siempre. Quizás más.

Que algo así salga en Incognitosis es normal, pero que lo haga en Xataka lo es menos. Lo decía un usuario que con buen criterio aplaudía que hubiera publicado algo así pero le extrañaba teniendo en cuenta que Xataka no es precisamente una web ligera o que prescinda de anuncios.

No lo es, por supuesto. Ni Xataka ni prácticamente ningún otro medio que se base en la publicidad como modelo de negocio, y somos unos cuantos. Es lo que da de comer, así que aunque se busca cierto equilibrio y se trata de no molestar, Webedia y sus medios -entre ellos Xataka- están ahí para ganar pasta. Que luego se intenten hacer cosas bien está siempre en el discurso, pero ser rentables es importante, y me temo que yo aquí solo puedo entonar tanto el mea culpa como el ajo y agua. Si no queremos pagar por los contenidos que queremos leer, no queda otra. Bueno, sí. Los adblockers y demás, por supuesto, pero esa es otra guerra.

En esa línea precisamente va esta reflexión, pero no os voy a dar la paliza con lo del modelo de suscripción ni voy a anunciar aquí un Incognitosis o un Xataka de pago sin publi. Naino. Lo que me ha llevado a escribir esta entrada es el artículo que he visto en Protocol, y en el que David Pierce —ex-TheVerge y ex-Wired, no está mal para el CV de un periodista tecnológico— nos habla de Neeva. ¿Que qué es Neeva?

Un buscador. Como Google, pero de pago y sin publicidad.

No hay mucho más que explicar. El proyecto lo están moviendo dos ex-googlers, cómo no, y tienen la ilusión de lograr un pedacito de ese gigantesco pastel que son las búsquedas. Lograrlo haciendo que la gente pague es desde luego valiente en un mundo —el de internet— en que impera el todogratismo, y al terminar de leer el artículo me ha venido ese producto del titular. ¿Qué pagaría yo ahora que uso gratis? Ideas rápidas:

• Un navegador. Pagaría por Firefox. Sin pestañear. Dono a Mozilla de cuando en cuando, pero no es lo mismo.
• Twitter. Se ha hablado de esa opción en las últimas semanas y parece que podría haber versión de pago de Twitter, y si vale la pena, pagaría por ella. Sin pestañear igualmente.
• Waze: otro por el que probablemente pagaría sin pestañear.
• Correo electrónico: no me echa para atrás usar servicios como ProtonMail (que es la que más me atrae) por su coste. Me echa para atrás tener que avisar a todo el mundo de que me escriban a la nueva dirección en lugar de la antigua.
• Medios online: pago por algunos y pagaría por algunos más. Aquí no incluyo por ejemplo a YouTube, por el que no pagaría porque, sinceramente, no lo uso tanto y no lo echaría de menos. Seguro que soy aquí la excepción a la regla.
• ¿Buscador?: Buf, esto no lo tengo tan claro. Diferencio bastante bien lo que es publi de lo que no en Google y de hecho hace tiempo que lo uso mucho menos (aunque acudo a él de cuando en cuando) gracias a mi salto a DuckDuckGo, así que tengo serias dudas de que Neeva fuera mi elección aquí.

Seguro que hay unos cuantos más, pero no se me ocurren ahora mismo. Probablemente cosas que uso en el móvil, por ejemplo, así que las opciones estarían abiertas. El discurso es el de siempre: muchas cosas que son gratis en internet no son gratis en realidad, pero ya estamos tan hechos a que nos roben el alma (al menos, la digital) y la privacidad que diría que soy un poco el bicho raro en esto de pagar por productos, servicios o contenidos que hasta ahora he usado gratis.

Además, que a uno le obliguen a pagar por cosas en internet es por ahora la excepción, y no la regla. Eso está cambiando poco a poco, ojo. Los Netflix, Spotify, Game Pass y servicios del estilo nos están haciendo ver que oye, lo de pagar tiene sentido según para qué. Quizás esos servicios sean tan solo la antesala de un mundo en el que acabaremos pagando por más cosas porque las ventajas son suficientes para nosotros.

Quién sabe. Ahora bien: ¿pagar por un usar buscador? Uf. No sé.

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