Pues igual las PS5 tampoco son para tanto

Pues igual las PS5 tampoco son para tanto
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De la presentación de hoy de Mark Cerny, arquitecto de la PS5, me quedo con una sensación clara.

Van perdiendo.

Igual luego le dan la vuelta a la tortilla y resulta que la PS5 es la caña de España, pero todo lo que han contado apunta a una consola que técnicamente hace demasiados esfuerzos para ser especial cuando el camino, creo yo, es aprovechar lo que hay y no complicarse tanto la vida.

Lo hacían por ejemplo con la unidad SSD. No sé si habéis visto la conferencia de una hora —está en YouTube—, pero ha sido pesada y muy técnica. Probablemente demasiado, aunque también es verdad que se debería haber celebrado en el marco del GDC (Game Developers Conference) ante un público con los desarrolladores como protagonistas.

El caso es que al hablar del SSD ha dado números prometedores de rendimiento. 5,5 GB/s para datos en bruto, doble de los que mencionaban los chicos de la Xbox Series X (2,4 GB/s), pero lo hacían con una capacidad extraña de 825 GB que es óptima para poder gestionarla con 12 canales especiales de transferencia de datos para aprovechar al máximo el estándar PCIe 4.0. Habrá tarjetas con unidades SSD externas, pero no han hablado de cómo serán o cuánta capacidad tendrán, algo extraño cuando Microsoft las tenía ya bien preparaditas.

Luego está lo de la CPU y la GPU, que serán ciertamente potentes pero a priori y con números en frío no tanto como la Xbox Series X. Estas últimas ofrecerán 12 TFLOPS de potencia para la GPU, pero en Sony cuentan con ofrecer 10,27 TFLOPS. Cerny decía que comparar con TFLOPS por las buenas no es un indicador fiable de rendimiento, pero el dato está ahí y la gente suele apoyarse mucho en los fríos y descarnados números, por injustas que sean las comparaciones. Al hablar de raytracing, más de lo mismo: lo soportarán, pero su alcance está por definir. En Microsoft al menos hicieron un par de demos con el Minecraft y con el Gears 5 (no por el ray tracing, sino por el nuevo nivel de detalle que se podía lograr). Tampoco hicieron apenas mención a la retrocompatibilidad, y al parecer se centrarán en soportar títulos de PS4 y PS4 Pro, pero poco habrá de anteriores consolas. Aquí Microsoft gana por goleada.

Y luego están detalles como el de centrarse tanto en el sonido, que oye, mola pero la verdad, es un apartado para muchos secundario. Ni han dado datos o imágenes sobre su diseño, ni han hablado de juegos, ni han sido demasiado claros en nada. Normalmente ir después que tu rival en un anuncio te da ventaja en un aspecto clave: puedes compararte con él y enfocarte a aquello en lo que le ganas. Sony hizo mucho hincapié en el SSD, pero en lo demás, al menos sobre el papel, parece perder.

Igual Sony prefiere guardarse las cartas importantes para más adelante. Igual en el E3 cambian las tornas y los desarrolladores nos asombran con un catálogo de exclusivos que ponga colorados a la gente de Microsoft. Puede ser, esa es su baza. Sin ella lo cierto es que la PS5 me parece bastante menos interesante que la Xbox Series X.

De hecho esto me recuerda a la PS3 —a la que Cerny se ha referido al hablar del sonido y de sus chips dedicados—, que costó un pastizal por aquella arquitectura tan especial basada en procesadores Cell para los que por lo visto era un infierno programar los juegos. La consola tampoco es que luego lograra resultados muy distintos a los de la Xbox 360 con la que rivalizaba, y me pregunto si ese esfuerzo ingenieril que Sony parece estar aplicando para hacer la PS5 original en ciertos apartados no acabará pasándole factura a Sony.

Igual es que el objetivo de Sony con esta consola es otro. Igual han querido ir a un concepto más modesto en potencia y prestaciones, pero que puedan lanzar a un precio espectacular. Si logran por ejemplo lanzar esto a 400 euros y Microsoft lanza la suya a 500 (por ejemplo), la cosa tendrá más sentido para Sony, que seguirá vendiendo muchas más consolas. Como ya llevo un tiempo diciendo, eso ya no le importa tanto a Microsoft.

Lo veremos. De momento y con lo que sé, la Xbox Series X no es para tanto, pero es que la PS5 es para menos aún. Si tengo que elegir una, aunque ya lo tenía claro, ahora lo tengo más.