¿Puede Remix OS resucitar a un netbook?

Una de las cosas que quería probar de Remix OS era su capacidad como potencial “salvador” de viejos cacharros. No había tenido tiempo hasta ahora, pero por aquí hay danzando un ASUS Eee PC 1000HE del año (creo) 2009 que llevaba tiempo cogiendo polvo y que tenía todas las papeletas para el experimento.

Así que dicho y hecho. Me bajé la versión (de 32 bits, importante) del sitio web oficial, tiré de mi SanDisk Extreme y me puse a probar si aquello tiraba. La instalación es muy sencillita, y de hecho lo bueno es que no estropea nada de lo que tengas instalado: el proceso de instalación reserva un espacio de 8 GB para la partición de sistema de Remix OS, y a partir de ahí se completa un proceso que dura, eso sí, un rato importante. El Eee PC 1000HE ya era modesto hace 7 años, y las limitaciones se agravan -y mucho- con el tiempo.

Una vez instalado el sistema crea una entrada más en el menú de inicio de Windows para que puedas arrancar con uno u otro a tu gusto, así que aquí son todo facilidades. El primer arranque de Remix OS lleva más tiempo del normal -las tareas de post-instalación van despacito- pero finalmente ahí aparece el escritorio, limpito y, eso sí, reducido.

La culpa no es de Remix OS, claro. Con una pantalla de 1.024 x 600 no se pueden hacer maravillas, y eso se nota en todo lo que uno hace con esta plataforma que desde luego no tiene mucho sentido en este equipo. No porque uno no pueda hacer cosas -que puede hacerlas- sino porque en mi pequeña experiencia las limitaciones no compensan. Aquí nos enfrentamos a lo mismo que al instalar Remix OS en un PC normal: nada de Google Play Services -nada de Store, Gmail, o lo que se os ocurra que tire de servicios de los de Mountain View- aunque como dije en mi extenso -qué digo, extensísimo- análisis eso se puede solventar fácilmente.

El problema es el Eee PC 1000HE, que va el pobre a ruedines. Incluso conectando un ratón -cogió mi adaptador Unifying de Logitech sin problemas, ole- para suavizar la experiencia de usuario la cosa no mejoró demasiado, algo que era culpa de un sistema de almacenamiento realmente pobre. Me plantearía hacer una visita a Amazon y comprar un SSD pequeñito de 32 o 64 GB para sustituir en disco duro del equipo, pero de momento esto era un experimento y no tengo ganas de ir más allá. De hecho el SSD no solo hará que Remix OS probablemente vuele: hará que cualquier cosa que instales vaya notablemente mejor de lo que va ahora. Esa sí que es una actualización recomendable en los tiempos que corren.

Por lo demás, lo de meter este fork del proyecto Android-x86 en un netbook esperando que de repente todo sea de color de rosa es una estupidez. Si el hardware no acompaña y tienes un cuello de botella de esa magnitud -en este caso, el lastimoso disco duro- estás condenado.

Experimento fallido.

Por cierto, traté de instalar Chrome OS después a partir del paquete instalador que han preparado en Neverware, pero no había forma de que iniciase la instalación desde la llave USB ya creada. Lástima, me quedé con las ganas.