Publicidad web y la falacia del tráfico

Publicidad web y la falacia del tráfico
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Tenía en mente un post distinto para hoy, pero cuando he leído esto de Quartz no he podido evitar escribir sobre el segmento de la publicidad en internet. Sobre todo porque ya sabéis que me gano el pan con esto, así que cuando veo temas relevantes intento coger el testigo por aquí.

El artículo original empieza con fuerza. Traduzco, de hecho, para facilitar la lectura:

listiclemillenial

Así es. Los que trabajamos en medios a menudo nos quejamos de eso. Artículos profundos y sesudos que nos ha llevado días terminar los leen cuatro gatos, mientras que si uno publica una pieza más o menos facilona con el formato vendemotos de los listicles  (y eso tirando a algo medio trabajado) triunfa como la

Pepsi-Cola

Coca-Cola. Es como si no mereciese la pena escribir cosas de calidad. Como si lo mejor que pudieras hacer es escribir de tonterías y hacer periodismo basura. Eso sería además lo fácil, pero es que a muchos —yo el primero— nos gusta lo que hacemos, y nos gusta hacerlo medio bien.

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El problema de esa realidad es que también define a la publicidad en internet. Como indican en Quartz, al anunciante uno le vende cifras de tráfico. Es el argumento por excelencia, aunque evidentemente luego entren en juego factores demográficos. En Incognitosis no tendría mucho sentido poner publicidad de bikinis (¿o sí? Uhm...), pero sí de móviles o portátiles, porque los temas de los que escribo van dirigidos a gente que se interesa por estos últimos. Bueno, también por los bikinis, creo, pero ya me entendéis. Porras. He elegido un mal primer ejemplo.

Sea como fuere, si un anunciante quisiera poner publi aquí lo primero que haría es pedirme cifras de tráfico. Imaginad la conversación:

— Ah, pues he escrito sobre ese tipo de productos y creo que puede ser interesante. Genial, ¿qué teníais pensado?

— Pues depende del tráfico que tengas.

— Rondo los 40.000 usuarios únicos al mes, pero cuidado, que ya sabéis que las estadísticas son una gran mentira.

— Bueno, ese dato nos sirve. Pues creo que podemos hacer algo y te ofrecemos un CPM de 2 dólares (cifra ficticia)

— Ya, pero es que mi la gente que lee Incognitosis es especial.

— ¿Cómo que es especial?

— Pues que no es como la audiencia del Marca. Con todos mis respetos a los fans de los deportes, mis lectores son gente con inquietudes distintas, conversación distinta, intereses distintos y que valoran especialmente los temas trabajados y profundos.

— ¿Y a nosotros qué?

— Pues que el CPM para el Marca y para Incognitosis no puede ser el mismo. Ni siquiera debería ser el mismo para todo Incognitosis: hago artículos más profundos y otros más facilones. ¿No tenéis una especie de CPM variable según la calidad del artículo?

— ¿Tú estás de coña, no? A ver, lo tomas o lo dejas.

— Lo dejo. A más ver.

— Agur. Perdona, tengo que llamar al Marca.

Clic.


Ese es el panorama actual. Al anunciante le importa un pimiento la calidad de tu medio. Miento. Puede que perciba la calidad y

pague más o menos

esté ligeramente predispuesto a pagar algo más o menos según esa calidad, pero insisto, lo importante será tu tráfico.

Ni siquiera puedes venderles que este tema X es más caro para la publi y este otro tema Y más barato porque uno y otro han costado más o menos o porque la gente que lea el tema X va a estar 5 minutos y el que lea el tema Y va a estar 10 segundos. Un estudio de Chartbeat precisamente incidía sobre esto:

Ads are much more viewable on pages that people actually want to read. As Engaged Time increases from 15 seconds to one minute, viewability [of ads] goes up by over half, from 37% to 57%. Visitors who read for more than 75 seconds see more than 60% of advertisements.

Como dice el autor original, eso demuestra que hay una correlación entre la calidad editorial y el valor comercial. Lo cual da igual, porque la industria sigue rigiéndose por una especie de tarifa plana que no tiene sentido.

Algo tiene que cambiar, y todo este rollo explica cosas como que en Incognitosis no haya publicidad y yo prefiera un modelo de suscripción voluntaria como el que llevo tiempo moviendo con Patreon. Aunque no hablo mucho de ello para no dar la plasta, vuelve a animarse, por cierto: esa frontera de los 100 dólares al mes está algo más cerca porque mis patrones son la pera limonera. Va por vosotros, chavales.

Imagen | Shutterstock