Profeta Apple

Profeta Apple
iphone8l2

Me dedico a escribir sobre tecnología, pero gran parte de mi trabajo consiste en leer. Leo constantemente, y hacerlo durante años ha permitido que tenga cierto criterio respecto a quién escribe mejor o peor, al menos en este campo. No digo que lo hagan con mayor o menos gracia, que también; me refiero a la gente que escribe logrando hacerte entender cosas que antes desconocías o que tan solo intuías.

Vlad Savov es uno de esos talentos tecnológicos, y aunque esté un poco pesado con el tema auriculares en The Verge, tengo una especial sintonía con su forma de escribir y pensar. El último de sus artículos, 'Three things that will never be the same after the iPhone 8' es buena prueba de ello, y logra explicar con claridad por qué Apple está donde está.

No es necesariamente porque haga algunas cosas bien.

Eso ayuda, pero lo que realmente permite a Apple tener ese éxito es su dimensión megaplanetaria. El hecho de que millones de personas usen sus dispositivos las convierte en perfectos profetas de una Apple que es profeta en sí misma. Su dimensión lo magnifica todo. Citando a Savov:

Whether Samsung likes it or not, September 12th will be the date when the majority of people first learn about bezel-less screens. So yes, for many people, Apple will end up having “invented” the new display form factor

Así es. De hecho el párrafo es inexacto, porque antes que Samsung otros fabricantes crearon móviles sin apenas marcos (Sharp con su Aquos, Xiaomi con el Mi Mix). Da igual quién lo hiciera primero. Para la mayoría de la gente, será Apple la que lo hizo primero o la que lo hizo bien. Y como Apple lo ha hecho, explica el inspirado redactor de The Verge, otros (que no lo habían hecho aún) la seguirán, como casi siempre.

No es la primera vez que Apple logra ese profético efecto. El sensor de huella dactilar que Apple se inventó en iPhone 5S apareció bastante antes en el Toshiba G500 o en el HTC P6500, ambos de 2007. ¿Alguien recuerda esos modelos? Yo no, y trabajo en esto. Para todos nosotros, Apple creó Touch ID. Y lo cierto es que simplemente acabó siendo una vez más profeta de esa característica.

Lo mismo ocurrió con la doble cámara del iPhone 7 Plus que ahora todos copian, o Apple Pay, o incluso esa herejía de quitar el conector de mini-jack que ya había desaparecido en 2012 a manos de Oppo. Pero Oppo no es profeta. Apple, sí.

Esa es en realidad su verdadero súper-poder. El de lograr convertir ciertas ideas (sean suyas o sean adaptadas y hasta mejoradas) en algo común. Apple profetiza y Apple consigue democratizar la tecnología. No la suya, claro: para eso tiene precios proféticos.

Lo que sí que consigue es que lo que realmente tiene sentido (y no todo lo tiene, ahí tenemos las Live Photos, 3D Touch o la Touch Bar como ejemplos recientes) acabe conquistando al mundo. Lo hace gracias a la triste realidad de un mundo que en parte se mueve gracias a la envidia y la avaricia.

Ocurrirá, como dice Savov, con las pantallas sin marcos, con sus altos precios que puede poner porque la gente los seguirá pagando, o con esa otra revolución llamada realidad aumentada —atentos a mi post de 2009— que ciertamente tiene muchas más probabilidades de triunfar que la realidad virtual por un motivo y uno sólo: que podremos usarla en nuestros smartphones sin requisitos (ni gastos) adicionales.

Una vez más Apple profetizará. Y una vez más triunfará.

Y pese a mi habitual postura crítica frente a Apple, debo reconocer que esa faceta hace que al final todos acabemos ganando. Lo hemos hecho con la doble cámara y el modo retrato (que tampoco inventaron, insisto) , con Touch ID o con los pagos móviles. Veremos si ahora lo hacemos con esas pantallas sin marcos y con esa realidad aumentada que espero que se convierta en algo más que un gimmick. Apunta maneras, desde luego, así que démosle una oportunidad, sobre todo ahora que Google (como era de esperar) ha imitado el movimiento con ARCore.

Gracias por profetizar, Apple. Supongo.