Probando Beelink GS1, una Android TV Box perfecta para Kodi

Hace tiempo hablaba de potenciales sustitutos para la Raspberry Pi a la hora de reproducir contenidos multimedia. Durante mucho tiempo mi RPi 3 ha sido compañera inseparable de mi disfrute de series o películas, pero desde hace algún tiempo acabo acudiendo mucho a Netflix o Amazon Prime Video por ejemplo, y no hay una forma cómoda de acceder a estos contenidos desde una RPi.
Ahí es donde entran las Android TV Boxes, las cajitas que permiten disfrutar de todo el ecosistema Android pero trasladando la interfaz a la tele. De cuando en cuando enlazo alguna en los Incognichollos, y hoy por fin puedo hablar de una que he toqueteado con mis manos: la Beelinkg GS1.


Esta cajita Android destaca por un elemento muy especial: el procesador Allwinner H6, un micro quad-core Cortex-A53 que llega a los 1,8 GHz cuando necesitas caña y que es de lo mejorcito actualmente en el terreno de los micros para estos dispositivos junto al AMLogic S905X que integran unos cuantos "clásicos" ya. El H6 va un paso más allá, como el AMLogic 912 o el Rockchip3399, y todos ellos son más potentes y, claro está, más caros.
El resto de la configuración es similar al de otros productos del estilo, porque llega con 2 GB de RAM y 16 GB de capacidad en un chip eMMC que es una especie de memoria Flash para pobres. Nada destacable, pero cumple, y es la elegida en todos estos productos de gama de entrada.
Hay otros apartados interesanes como su soporte de redes WiFi 802.11ac o ese puerto Gigabit Ethernet que puede dar muchas alegrías si reproducís películas muy "pesadas". Además cuenta con un puerto USB 2.0, otro USB 3.0, lector de tarjetas MicroSD, puerto HDMI 2.0a y puerto S/PDIF. Muy bien armado por lo tanto en cuestión de conectividad.

El unboxing es simpático y sorprendente, porque en las imágenes parece como más grande y no: la caja es ridícula en tamaño, (96 x 96 x 16 mm) y en peso (190 gramos), y de hecho sorprende que en ese tamaño tan compacto se puedan hacer tantas cosas. Acompañando a la Beelink GS1 están un pequeño cargador (5V y 2A) con enchufe europeo, un cable HDMI (detallazo) y un mando a distancia más feo que un pie y que además venía sin las dos pilas AAA necesarias para poder usarlo. Un pequeño punto negativo que contrarresta lo de incluir el cable HDMI, desde luego.
Pero vamos al lío. Conectar la Beelink GS1 a la tele es cuestión de 10 segundos, y una vez la encendemos nos encontramos con una sorpresa desagradable. Aun estando gobernada por Android 7.1, la interfaz que nos presenta Beelink es una adaptación bastante horripilante de la interfaz Android clásica.

Aquí la capa de personalización es todo un error, y aunque es cierto que se facilita el acceso a las opciones más frecuentes con esa interfaz, su diseño visual y de experiencia de usuario no es óptimo. Esperaba y hubiera preferido la interfaz clásica de un móvil o tablet Android, pero me encontré con esto, que sin ser difícil de aprender tampoco es una maravilla.
Puedes añadir y quitar iconos de ese escritorio principal o añadirlos y quitarlos de escritorios adicionales, pero obviamente configurar el aparato con el mando es un pequeño infierno, porque en estos dispositivos gran parte de la interacción necesita un teclado. Lo necesita para configurar la cuenta de Google Play, descargar aplicaciones y configurarlas, y hacerlo todo con el mando es posible, pero no aconsejable.

Aquí, claro, lo suyo es usar un teclado con touchpad integrado. Yo usé el que tengo para mi Raspberry Pi y con eso solucioné el tema, pero para muchas cosas, sobre todo al principio, es un problema que el mando, además de feo, sea poco útil.
Salvado ese escollo y si uno olvida el tema de la interfaz —a la que acabas acostumbrándote, como a todo— el funcionamiento del Beelink GS1 es absolutamente estupendo. Instalé Netflix (esta versión modificada soporta reproducción 1080p), Amazon Prime Video, Kodi y YouTube y estuve probando qué tal pirulaban todos los servicios. Todo perfecto, respuesta rápida y ni un corte.
No solo eso: lo conecté a una TV que tengo en la habitación, y allí no hay toma de red, así que dependía de una conexión WiFi. La cobertura justo en la habitación no es óptima, así que me temía que ver allí contenidos locales de mi NAS con Kodi sería una condena. ¿Lo era?

Pues no. La reproducción, una vez más, fue sorprendentemente fluida. Sin latencia (le das un botón y aquello responde inmediatamente), como si estuviera en local, sorprendente. El mando es como decía algo raro, y no solo en ese diseño feote, sino en sus funciones, que por ejemplo no parecen estar pensadas para Kodi. De hecho al usarlo allí la tecla para volver atrás no es "Back" en el mando a distancia, sino la tecla "Delete" que está en la esquina inferior. Raro. Eso sí, se puede usar el móvil y aplicaciones como CetusPlay como alternativa (útil para no tener que usar teclado y ratón). No he probado el tema juegos, pero por lo que he visto en análisis mucho más profundos como el de AndroidPC.es la Beelink GS1 rinde de forma muy decente y la puedes usar con mandos de la Xbox tanto inalámbricos como con cable. Ole.
Lo cierto es que el productito está muy majo, y aunque los chinos deberían cuidar algo más el tema del mando a distancia, el rendimiento al final es lo que cuenta. Y si de rendimiento se trata, tenemos una señora Android TV Box.
Si estáis interesados en ella, la versión con el enchufe europeo está a 47,85 euros en GearBest con el cupón GBGS12. También la tenéis a 77,99 euros en Amazon, un precio bastante más alto pero que como siempre hará que la tengáis más rápido en casa y con garantía "de aquí". Opciones, opciones... ;)