Privacidad en tiempos de Rob Lowe

Privacidad en tiempos de Rob Lowe
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Por alguna extraña razón a Rob Lowe lo relaciono instantáneamente con 'Youngblood' ('Forja de campeón'), una peli de 1986 que coprotagonizaba con Patrick Swayze y que me hizo querer ser jugador profesional de hockey sobre hielo.

Ahí se quedó aquel sueño de mi preadolescencia, y la verdad es que Rob Lowe acabó un poco en el limbo de los actores que habían sido jóvenes promesas y no cuajaron a la larga.

No ha vuelto a hacer nada especialmente llamativo desde los 80, yo diría, pero he vuelto a verlo en acción porque desde hace unos días nos hemos puesto a ver 'The West Wing', ('El ala oeste de la casa blanca'), que está disponible en HBO Max y que la verdad, tenía fichada desde hace años para ver si alguna vez tenía la oportunidad.

La razón fundamental, claro, es Aaron Sorkin, guionista excelso al que admiro por 'The Newsroom' (también en HBO, una de mis series favoritas de todos los tiempos) o 'The Social Network'. Sus diálogos me flipan: rápidos e ingeniosos a más no poder, con protagonistas que se dan réplicas y contrarréplicas a cual más prosaica. Es como ver un combate de ingenio, pero no de ingenio tonto.

De hecho me picó el gusanillo de la serie tras ver 'Molly's Game' hace unos días (está en HBO Max y en Netflix), que encontré de casualidad y que elegí casi por aburrimiento sin saber quién estaba detrás. Qué acierto. Sin ser una obra maestra, tiene, insisto, ese toque Sorkin de personajes inteligentes, rápidos y con una labia que no veas.

Total, que comencé a ver 'The West Wing' un poco por probar, y aunque al principio se me hizo un poco estresante —qué rápido andan todos mientras hablan, qué nervios— la serie va de menos a más. Un poco procedural (episodios autocontenidos sin un gran hilo conductor, puedes ver el primer capítulo y luego el 15 de la primera temporada y podrás seguir el hilo), pero muy aceptable.

El caso es que en estas series a veces se tratan temas tecnológicos y mola ver sus enfoques de entonces. Ocurría también por ejemplo en 'The good wife' (que yo nunca soporté, Margulies me apesta desde 'ER'), pero como esta es más antigua aún ('The West Wing' se emitió entre 1999 y 2006) la cosa tiene más solera.

Total, que en el episodio 9 de la primera temporada, titulado 'The Short List', aparece Rob Lowe, que hace de redactor de discursos del presidente de los EE.UU., aparece discutiendo con un compañero y con el citado presidente (un Charlie Sheen que me recuerda a Obama, como demasiado enrollado y buen hombre). ¿De qué habla Lowe? De privacidad. Atentos.

Ahí Lowe interviene para discutir si un tipo que sale del despacho debe o no ocupar cierto cargo. "Esto no es sobre el aborto", explicaba:

"Esto es sobre los próximos 20 años. En los años 20 y los 30 el protagonista fue el papel del gobierno. En los 50 y los 60 fueron los derechos civiles, y las próximas dos décadas van a ir de privacidad.

Hablo de internet. Hablo de móviles. Hablo de historiales médicos y quién es gay y quién no".

La frase es visionaria. No sé qué sabía Sorkin entonces de tecnología, pero a finales de 1999 o principios de 2000, cuando apareció aquel episodio, todo estaba por hacer. Sí, comenzaba a vislumbrarse la burbuja de las puntocom, pero nadie —que yo recuerde— hablaba de privacidad, y desde luego no hablaban de móviles como lo hacen hoy.

Por eso el fragmento me parece tan alucinante. Porque se adelanta casi dos décadas a su tiempo y nos habla de un futuro que ahora estamos viviendo. Uno en el que la batalla por la privacidad está fundamentalmente perdida porque oye, mola usar Gmail, Facebook, Instagram o Google, que son gratuitos y la mar de cómodos y entretenidos. Y mola hacerlo en el móvil, aunque luego eso signifique que tenemos en el bolsillo un fantástico e incansable espía de nuestra actividad.

Qué cosas. Con lo bien que jugaba Rob al hockey y mira dónde ha acabado. Dándole lecciones al presidente de los Estados Unidos de América.

Y de paso, a todos nosotros.