Predicciones tecnológicas para 2014

Bola cristal
bola-cristal
Bola cristal

Cómo mola jugar a predecir el futuro tecnológico. Especialmente cuando lo haces a corto plazo y puedes comprobar si andabas acertado o no. Ese es precisamente el objetivo de este penúltimo post del año 2013 en el que ha habido un poco de todo. Puede que no haya habido productos revolucionarios, pero sí hemos asistido a esos chispazos de ingenio de algunos desarrolladores que podrían (deberían) ser la antesala de esos cambios disruptivos que tanto les gustan a muchos.

De este 2013 yo me quedaría con Chromecast --adiós, Google TV-- como destacado, pero como digo, ha habido unos cuantos chispazos. Ahí van aquellos que en mi opinión destacarán en 2014.

En primer lugar, mi ya recurrente apuesta por la convergencia. Ya sabéis, aquello de que vuestro smartphone será vuestro PC. En 2014 estoy prácticamente convencido de que veremos por fin ese terminal capaz de adaptarse a nuestras necesidades: será un smartphone aparentemente normal hasta que lo conectemos a un monitor. En ese momento, tachán, sesión de escritorio para trabajar como si tuviéramos un equipo convencional delante de nuestros ojos. Los primeros en lograrlo serán los chicos de Canonical (me da que en abril, para Ubuntu 14.04 no lo conseguirán, pero si no es entonces, sí lo podrán lograr en la 14.10). Ya he mencionado cómo Microsoft parece ir también en esa dirección, pero tanto ella como Apple y Google --que yo diría que acabarán por el mismo camino-- esgrimirán la convergencia como argumento fundamental. Si no lo hacen en 2014, será 2015. Dudo mucho que tarden mucho más.

También creo que los PCs, muy de capa caída, recuperarán parte de su relevancia gracias a Steam OS. Bueno, y a Oculus Rift, otro de los chispazos brutales de este año que acaba. Ya sabéis que sus desarrolladores no apuestan mucho por las consolas, y hay muy buen rollo entre ambos proyectos. La impresión 3D, otra de las grandes promesas --ya confirmada en algunos campos-- debería ir a mucho más, aunque para eso hace falta acercarla al gran público. Ocurrirá, desde luego, como ocurrió con las impresoras láser, por ejemplo, al principio objeto prohibido para la mayoría de la prole usuaria de informática. Aún así, no veo que 2014 sea tampoco el año de este invento, que parece tener algo más de recorrido.

Vamos a por otra tendencia en la que al principio no creía: 4K. Las resoluciones Ultra HD romperán en 2014, pero lo harán no en televisiones --eso llegará más tarde, yo diría que 2016 de forma masiva-- sino en monitores 4K para nuestros ordenadores como los que prepara (súper tentadores) Dell. Las "pantallas Retina" han seguido una clara evolución: del smartphone al tablet para luego llegar a los portátiles y, por fin, a los sobremesa. Los contenidos 4K tardarán algo más en hacerse populares y masivos, por eso yo diría que ese salto a una televisión y entretenimiento 4K como el que ahora disfrutamos en 1080p me parece aún lejano.

En movilidad dudo que veamos grandes revoluciones aparte de esa citada convergencia. Aquí veo más confirmación de tendencias. BlackBerry se irá al garete y, como mucho, será comprada por partes --algo que han logrado evitar en 2013--, mientras que Windows Phone crecerá de forma notable y se convertirá en una amenaza seria para iOS en muchos mercados. Puede que no en EE.UU. de momento... pero todo llegará. Android debería mantenerse --desde luego, poco más puede subir ya-- mientras que si soy sincero le veo muy poco futuro a las alternativas que han ido apareciendo este año. Firefox OS tiene su aquel por esa apuesta HTML5 --yo creo firmemente en este estándar, pero no parece que todos los desarrolladores compartan esa opinión-- y por los apoyos recibidos, pero o dan el salto (sin renunciar a mercados emergentes, desde luego) a terminales gama alta para el primer mundo --cuyos usuarios pagan por las aplicaciones--, o los citados desarrolladores perderán el interés. Tizen y Sailfish OS son casi anecdóticos, mientras que Ubuntu podría darle la vuelta a la tortilla si ofrece algo realmente rompedor en el tema de la convergencia. La interfaz de Ubuntu en smartphones me parece a priori bastante pobre, y ahí la experiencia de los asentados (Android, iOS, WP) es un minipuntazo y puntazo. Y conste que si sale un terminal rollo Ubuntu Edge, aquí el menda probablemente se lo pille pese a su complicado futuro.

Por supuesto, también creo que habrá algún que otro bluf y que 2014 será ese año en que los chispazos de 2013 se quedaron solo en eso. Google Glass y Bitcoin son mis apuestas claras en ese sentido, mientras que los relojes inteligentes se quedan en una verdadera incógnita. Incluso si alguien resuelve bien el tema --muchos miran a Apple y a ese hipotético iWatch-- no acabo de verle todo el sentido a esa extensión del móvil que muchos --creo-- no necesitaremos. Ya se sabe: sacar el iPhone 5S doradito y dejarlo en la mesa para molar más mientras te tomas una caña seguirá siendo importante para mucho/a flipis con esa obsesión por aparentar. Tampoco veo cercano lo de la famosa Internet de las Cosas, ese apabullante mundo 3.0 en el que todo y todos estarán conectados. Probablemente llegue --hay muchos intereses que presionarán para que ocurra--, pero de nuevo, creo que esa apuesta es a más largo plazo.

En lo que respecta a las empresas, creo que habrá pocas sorpresas. El 2014 será un año de transición para una Microsoft que dirá adiós de forma definitiva a Ballmer --yo ficharía a Sinofsky o quizás a Ozzie de largo, pero esa es una apuesta imposible--, como lo fue el primer año de mandato de Cook en Apple. A los chicos de Cupertino les veo sin rumbo claro. Me he vuelto bastante pesimista tras estos casi tres años sin Jobs. Cierto que ha habido mejoras incrementales sensibles y mejoras notables en algunos productos (el iPad Air es una buena muestra), pero la magia de Apple parece haberse desvanecido. Al menos en mi caso no hay esperanza de un producto disruptivo que en la era Jobs parecía poder llegar en cualquier momento. En los primeros meses muchos esperábamos esa revolucionaria Apple TV que Jobs afirmaba haber logrado idear en sus últimos meses de vida, pero nunca se supo más del tema, y ya no estoy seguro de que la saquen como producto en alguna ocasión. Y lo de los relojes inteligentes no parece tan sugerente: en realidad, como decía, son una extensión del móvil, y no tendrán tanto sentido sin el iPhone de turno.

De la que sí espero algo importante en 2014 es de Google, sobre todo por el citado Chromecast y por ver si de una vez deciden qué hacer con Android y Chrome OS. Sigo sin entender qué hace Chrome OS en el mercado tal cual, y creo que en Mountain View deberían (si es que no lo han hecho ya) replantearse el futuro de una plataforma que se podría fusionar sin aparentes problemas con Android. Pocas menciones más salvo quizás la de Xiaomi, una empresa que creo se convertirá en una referencia en el mercado. En cierto modo me recuerda a HTC, pero creo que en Xiaomi tienen aún más claro cuál es el camino, rollo Amazon, para triunfar. Márgenes mínimos, y no mirar a corto plazo. Esta gente apunta maneras, desde luego.

Poco más, señores. La situación no cambiará mucho en terrenos como el de los coches eléctricos y/o autónomos, las redes sociales (con una Facebook a la que algunos dan por muerta de forma algo exagerada), esos robots por los que de repente tanto apuesta Google o cosas como los pagos móviles que parecía que iban a llegar en cualquier momento pero que siguen sin cuajar, al menos en estos lares. Seguro que me dejo cosas en el tintero, pero ya hay material para hacer un buen post dentro de un año y comprobar qué tal funcionó mi particular bola de cristal. Espero veros a todos por aquí para comentarlo.