Por qué no uso Microsoft Edge
¿Será porque es feo? ¿O porque apenas tiene extensiones? ¿O porque quiere espiarme (como todos)?
Es un poco de todo eso, pero en realidad es más que eso. No uso Edge porque me obliga a hacer las cosas de una forma distinta a las que las hago normalmente.
Edge quiere que cambie. Y yo no quiero.
Es lo que contaba hace nada en The Unshut y lo que quería contar también aquí: no me importa (demasiado) que Microsoft presuma de que su navegador es el más eficiente. Me encanta que lo sea y lo tendré en cuenta si un día estoy apurado con el portátil y tengo que exprimir esa batería al máximo.


Pero ese no suele ser el caso, así que lo que me importa de verdad normalmente es que el navegador no me obligue a pensar cómo hacer esto o lo otro. Utilizo el navegador de cuando en cuando, sobre todo a la hora de abrir algún enlace de esos medios AEDE que tengo prohibido enlazar y casi casi leer. Me explico: en Chrome, mi navegador de referencia, uso la extensión AEDE blocker para que si se me ocurre acceder a esos medios por error o despiste se me bloquee el proceso.
El caso es que cuando me voy a Edge para abrir esos enlaces -también uso Firefox y Opera indistintamente- me encuentro con una interfaz que no me gusta. No tener barra de direcciones nativa y teclearlo todo en esa barra de búsqueda centrada no me gusta, aunque sepa que sirve para eso y para unificar ambos conceptos. Pero es que Chrome lo hace con su Omnibar en la parte de arriba, y me vuesta pensar en que esa función ha cambiado de sitio. Me
jodemolesta, más bien.
Y con eso como con todo: tengo que pensar cuál es el atajo para acceder a las descargas, me mata no tener las contraseñas sincronizadas y guardadas, y me importa un pimiento tener la capacidad de marcar las páginas con circulitos y garabatos -muy de tablet-convertible, ¿quién usa esa opción- y el modo lectura.
Lo que me importa es que Edge me quiere dejar claro que es un navegador distinto a la competencia. Y precisamente ese es el problema: que si me quiere convencer, debería facilitar que todo fuera igual que es en Chrome o Firefox -especialmente parecidos- y no proponerme una experiencia de usuario que puede ser mejor o peor, pero que sobre todo es distinta.
Error de primero de usabilidad, Microsoft.