Por qué no deberías comprarte un iPhone 7

Por qué no deberías comprarte un iPhone 7
iphone7-2

Ayer fue el día en el que aparecieron los primeros análisis de los iPhone 7/Plus en casi todos los grandes medios tecnológicos. El primer repaso a esos textos me hizo escribir un post cortito en The Unshut, y la idea era hacer lo mismo en Incognitosis ahora que he podido mascar unos cuantos análisis más y las conclusiones de quienes los han realizado.

En general los análisis que he leído -The Verge, Engadget, Wired, TechCrunch (de las mejores), Daring Fireball (incluso Gruber, fanboy entre los fanboys, le cuesta decidirse) y Ars Technica- mantienen el mismo tono: positivo, pero sin flipadas. Sin ese modo hagiografía que suele dársele a muchos productos de Apple, aunque sí que haya alguna que otra exhortación poco razonable por parte de los autores. Como decía en Twitter, todos los análisis le dan buena nota a los nuevos iPhone, pero todos lo hacen con una particularidad:

Que le dan buena nota, pero con la boca pequeña.

Es como si no quisiesen recomendar el iPhone 7 o el iPhone 7 Plus. Está claro que uno de los factores de esa cautela es la ausencia del célebre conector de 3,5 mm. Algunos celebran la valentía de Apple mientras otros nos recuerdan que esto nos encierra aún más en el ecosistema de los de Cupertino "and it's incredibly frustrating", como apuntala Patel en The Verge. Aquí me ha decepcionado el tono más relajado que el de su dura crítica hace unos meses , pero en general los analistas parecen estar relativamente tranquilos con una medida que es lo peor que puede ser: una solución a un problema que no existía.

Aquí algunos alaban lo chulis que son los AirPods o lo bonito y futurista que es el emparejamiento, pero estamos hablando de unos auriculares que además de ser caros tienen una autonomía bastante limitada que hace que sea casi imprescindible llevar su cajita de carga a todas partes. Nadie parece haber comentado que cuando sales de casa no llevarás el iPhone y los cascos: llevarás también la dichosa cajita, así que no veo que la cosa sea tan maravillosa. Lo realmente curioso es algo que solo he visto en una reflexión de Eduardo Archanco en su The Technalizer: allí comentaba cómo los AirPod podrían ser el primer ordenador sin interfaz de usuario que tiene futuro. Muy a lo 'Her' gracias a Siri -que cinco años después aún tiene mucho que decir-. Una idea que creo que podría tener su miga, aunque aquí ya le comentaba a Eduardo que creo que quizás se ha adelantado un poco.

Lo que no parece tan convincente es ese botón táptico que se han inventado en Apple, aunque en alguno de los análisis leí algo interesante: las reparaciones del botón mecánico tradicional eran de tal magnitud en países como China que el ahorro en horas de servicio técnico parece justificar el cambio. No parece que la experiencia de usuario sea demasiado buena, pero creo que es un detalle menor en un dispositivo que en su próxima versión parece que incluso prescindirá de ese botón para integrarlo en la pantalla según los rumores.

La pantalla no parece tampoco ser la pera. Correcta y con soporte de ese gamut de color DCI-P3 cada vez más extendido en los productos de Apple, pero sin ese plus que aportan las pantallas OLED que parece que Apple adoptará definitivamente en los iPhone 8. Poco que contar de los altavoces -bien por tener dos al fin- y, tampoco demasiado de las cámaras, pero es que en este terreno aportar algo significativo en un gama alta es cada vez más complicado.

La diferencia evidente es la que aporta el doble sensor del iPhone 7 Plus. Ese segundo objetivo de 56 mm -de "telefoto" poco, la verdad- está curioso y la integración software parece fantástica, pero por ejemplo ahí no tenemos OIS así que al usarlo podemos perder cierta calidad sobre todo en capturas con baja luz. Tengo que hacer un post algún día sobre lo que pienso de ese famoso argumento de las fotos en condiciones de baja luminosidad, porque a mí es una opción que no me aporta demasiado. No sé vosotros, pero yo saco mucho más la cámara en exteriores que en interiores, y allí sé lo que hay y asumo que  con menos luz las fotos van a ser tirando a malas a no ser que tengas una DSLR con un objetivo en condiciones. Me gusta, eso sí, lo de la resistencia al agua: por fin Apple apuesta por esa opción, y esperemos que otros lo hagan y los que lo hacían recuperen con fuerza esa característica.

En rendimiento está claro que los nuevos Apple A10 van a ir sobrados en todo momento. Aquí hay que destacar que tenemos por primera vez un procesador quad-core de Apple, aunque su concepto de big.LITTLE sea un poco rarito. Da igual lo que hagas: nunca vas a lograr que los cuatro núcleos funcionen a la vez. Curioso, porque en los A8X que eran triple-core sí que había situaciones en las que se usaban los tres núcleos. Aún así el margen de maniobra que ofrecen estos micros es tal que una vez más no puedo evitar imaginar un MacBook ARM, algo de lo que precisamente hablaba en Xataka esta semana.

Algo que no mucha gente destaca suficientemente es el hecho de que aparte de la RAM (2 GB en el iPhone 7 y 3 GB en el iPhone 7 Plus) Apple por fin dobla las capacidades de todos los modelos y nos permite acceder a un modelo base con 32 GB, algo que da más margen de maniobra. Cuidado en el caso del Plus, porque por lo visto al sacar fotos se guardan las dos imágenes capturadas por cada uno de los dos sensores. No las doblan gratuitamente, porque cada teléfono sale algo más caro en el caso de los iPhone 7 (20 euros) y bastante más caro en el de los iPhone 7 Plus (50 eurazos, cuando en EE.UU. el incremento también son 20 dólares, qué fuerte). En autonomía de batería parece que hay mejoras sensibles, y aquí es evidente que esos dos núcleos "lentos" del nuevo Apple A10 hacen maravillas en materia de eficiencia.

Todo esto deja claro que una vez más el iPhone 7 y el iPhone 7 Plus vuelven a ser telefonazos en toda regla que, eso sí, vuelven a tener precios absolutamente desorbitados. No sé si os habéis dado cuenta, pero el precio medio del iPhone sigue subiendo y para disfrutar del modelo "chulo" (el Plus) hay que aflojar ya 1.000 euros sin pestañear.

1.000 euros. Por un teléfono.

Es cierto que cada vez hacemos más cosas con estos dispositivos y menos con nuestro ordenador, pero hace tiempo que el valor percibido por los usuarios es -en mi modesta opinión- mucho mayor del recibido. Por dios, que son teléfonos. Otros muchos hacen básicamente lo mismo por mucho menos -la mitad o menos-, así que hacer esa inversión en un iPhone o cualquier otro móvil a esos precios me parece totalmente respetable, pero igualmente erróneo.  Es, repito, mi opinión.

Sea como fuere, mi razonamiento para justificar el titular del artículo no es esa. Mi razonamiento es que como decía en The Unshut no hay justificación potente para dar el salto desde modelos anteriores. Si tienes un iPhone 6s/Plus deberías quedarte con él otro año, y si tienes un iPhone 6/Plus tres cuartos de lo mismo. La razón es evidente: el año que viene llegan los iPhone 8, y entonces Apple sacará toda la artillería (veremos a qué precios) con esa edición décimo aniversario que seguramente se convierta en la mejor vendida de la historia del iPhone.

Para el resto de usuarios de iPhones: si tienes un iPhone 5S quizás deberías plantearte un versátil y fantástico iPhone SE que te permitirá conservar ese factor forma y contar con prácticamente lo último en materia hardware. Si tienes modelos anteriores y estabas esperando al iPhone 7, más de lo mismo: compra el iPhone SE. En el peor de los casos aguantarás un año con un móvil mucho mejor que el que tienes, mucho más barato que el iPhone 7, y que podrás revender a buen precio cuando des el salto a ese iPhone 8 al que seguro que le tendrás unas ganas locas.

El problema del iPhone 7, como decía en The Unshut, es que está compitiendo con ese iPhone 8 que ni siquiera existe aún y que tiene una ventaja fundamental: que nuestra imaginación se dispara al pensar en todo lo que Apple puede integrar en él. Y el iPhone 7 va a perder una y otra vez contra nuestra imaginación.

Lo dicho. Gran teléfono, caro de pelotas, y que yo difícilmente puedo recomendar.