Por qué creo que Ninja, ElRubius y Charli D'Amelio no tienen nada que ver con la educación de mis hijos

Por qué creo que Ninja, ElRubius y Charli D'Amelio no tienen nada que ver con la educación de mis hijos
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Los influencers han llegado a un punto en el que inevitablemente son portada de periódicos de primer nivel. Ayer todo el mundo comentaba por ejemplo la perorata de ElRubius explicando su postura sobre su mudanza a Andorra, algo de lo que hablé y que no se ve afectado por lo comentado ayer.

Más interesante fue el tema especial que hicieron en The New York Times (ahí es nada) sobre Tyler Blevins, mucho más conocido en todo el mundo por su alias, Ninja. Este youtuber profesional de 29 años se ha convertido en una absoluta celebridad jugando a Fortnite y hablaba allí de un tema curioso: si tenía o no que usar su influencia para educar a los chavales que le ven en sus canales, sobre todo cuando algunos los usan para hacer comentarios racistas, sexistas o de incitación al odio.

Su respuesta era contundente: no, no es mi trabajo "¿Quieres saber quién es tu hijo? Escúchale cuando esté jugando a videojuegos y creas que no lo están haciendo".

Eso detonaba un debate interesante en redes sociales como Twitter. Allí Ángel Jiménez decía en Twitter que "educar a los niños no es tarea de los padres exclusivamente, sino de toda la sociedad" para luego añadir algunas ideas más:

No entré en ese debate porque quería mascar un poco más el tema, pero había algo que no necesitaba demasiado mascar. Ese argumento ya me parecía algo débil cuando lo pronunciaba alguien que (que yo sepa) no tiene hijos. La educación de los niños es un tema TAN personal y TAN delicado (con el 'TAN' en mayúsculas, y si hace falta negritas y tamaño de letra 36) que decir algo así sin ser padre me parece, como poco, arriesgado.

Supongo que habrá algún padre que también piense así. Que a sus hijos debería educarlos todo el mundo. Habrá otros que quizás piensen que básicamente tienen que educarse solos. Cuando tienes hijos pasa eso: te ves rodeado de padres que, sorpresa, no tienen los mismos criterios que tú para educar a sus hijos.

Diría aquí que según mi experiencia hay dos grandes escuelas educativas. La primera es la escuela de la Srta. Rottenmeier.  Más clásica y conservadora, en esta escuela los niños tienen ciertos límites. No se dan todos los caprichos que salen por la boquita de los pequeños infantes, no se hace constantemente lo que quieren los pequeños infantes y en general intenta lograrse que tengan claro una cosa: que cuando sean padres comerán huevos. Y si hay que dar algún capón por el camino, pues se da. Sally y yo somos de esta escuela.

La segunda escuela es la de VivaLaPepa. Todo vale, y los niños no solo pueden, sino que deben hacer lo que les salga de los cataplines. Prima explorar el mundo sin límites ni tapujos. Los niños son príncipes, reyes e incluso emperadores de un mundo que en la mayoría de los casos debe concederles aquello que desean cuando lo desean.

Hay por supuesto posturas intermedias y a menudo de hecho el padre es de una escuela y la madre de otra, así que solemos encontrarnos con el "padre jaja" y la "madre uy" o viceversa. Poli bueno, poli malo, etc. Que es guay para el/la poli bueno/a, pero chungo para la/el poli mala/o. Es un tema delicado y que genera tensiones entre los padres (quien no haya discutido con su pareja por cómo educar a los niños que tire la primera piedra), pero también lo es (sorpresa) entre parejas con niños que se conocen y pueden ser grandes amigos o los peores enemigos: cómo eduquen unos y cómo eduquen otros puede ser razón más que suficiente para que los niños se lleven estupendamente y los padres a matar (o viceversa).

Lo que creo que la inmensa mayoría de padres tienen totalmente claro, sean de la escuela que sean, es que los únicos que van a educar a sus hijos son ellos. No lo va a hacer el pescadero, no lo va a hacer el vecino, y desde luego no lo van a hacer Ninja, ElRubius o Charli D'Amelio.

Quizás el colegio influya un poco, pero en estos tiempos lo veo difícil, sobre todo cuando la autoridad moral de los profesores ha desaparecido totalmente y sin que nos demos cuenta se ha perdido el respeto a unas personas que normalmente pasan más tiempo con los niños que sus padres. Eso sí, no les pueden decir a los pequeños ni mú (mucho menos darles un capón) sin que se vean amenazados por una demanda legal, un despido o el exilio como parias sociales. O todas esas cosas juntas. Los profesores que eran básicamente intocables y en mi época (joder, no hace tanto) tenían (siempre) nuestro respeto y (en algunos casos) nuestra admiración ahora no tienen ninguna de esas cosas en la mayoría de los casos. No hablo ya de que la tengan de sus alumnos (que es difícil), sino de los padres de esos alumnos. Es terrible.

Pero me estoy yendo del tema, porque la idea central es la que indicaba hace unas líneas. Ninja hace bien en dejar ese apartado claro, porque él no hace vídeos educativos: él se dedica al entretenimiento, como todos esos influencers que dejan obnubilados a los pequeños (y no tan pequeños) y tienen un impacto social que sería estupendo que pudieran usar de otra forma. Pero es que esa no es su misión, y simplemente tenemos a los influencers que nos merecemos.

Es lo de siempre. ¿Por qué la gente no ve más un canal como La 2 de TVE? Pues porque es un canal demasiado cultural. ¿Qué ve la gente? Telecinco o, en su defecto, a Ferreras en Al Rojo Vivo. Ese faro de la civilización y que lo mismo habla con una legión de opinionólogos de Filomena que de Biden o de la marcha de la vacunación. En esos canales no educan. ¿Deberían hacerlo?

Por supuesto que no. No esperamos de ese contenido. Esperamos entretenimiento y, con suerte, información veraz y alguna reflexión interesante. Ellos no van a educar a nuestros hijos, y como tantos otros medios audiovisuales lo único que ofrecen es, insisto, entretenimiento. Uno que además puede ser peligroso no ya solo por los contenidos no filtrados, sino por toda la potencial ideología que pueda subyacer en esos contenidos. Comprad esto mejor que otro, pensad esto en lugar de aquello, etc, etc.

¿De verdad alguien cree que Ninja tiene que educar a mis hijos? Qué ingenuidad. Yo soy el que tiene que educarles lo mejor que pueda. Y salvo que me afecte personalmente, es difícil que yo le pueda dar un toque a un niño para "educarle", porque mi idea de cómo debe ser educado puede ser muy distinta a la de su progenitor. Si está pintando un grafiti en el portal del miniresort burgués y lo veo intervengo haciéndole comerse el spray , claro, pero ya me entendéis. Es un poco rollo primera directriz de Star Trek: no interferir en el sano y normal desarrollo de la vida y cultura alienígena. Pues eso. A los niños alienígenas que los eduquen sus padres, que bastante tendrán con lo suyo.

Yo, desde luego, tengo bastante con lo mío.

Y seguro que Ninja, ElRubius y Charli D'Amelio, con todos sus millones y sus residencias en Andorra, también.