Por qué Apple sigue usando Lightning en los iPhone
Un anillo para dominarlos a todos. Ay no, espera. Quería decir, un conector para dominarlos a todos. Y para cargarlos, ojo. Eso es lo que ha propuesto la Unión Europea con el conector USB-C, que con toda probabilidad acabará convirtiéndose en obligatorio para todos los fabricantes.
Eso no es un problema para los Samsung, Oppos o Xiaomis del mundo, pero desde luego lo es para Apple, que llevaba años escaqueándose y apostando por su propio conector Lightning. No explicaban con claridad por qué no cambiaban, y de hecho lo único que han hecho ha sido argumentar que ese cambio causará "grandes molestias a los usuarios".
Molestará a los usuarios de los iPhone, claro, que de repente se encontrarán con que ya no pueden usar sus viejos cables Lightning en los que se han gastado un dinerito. Yo no creo que eso sea un problema, y estoy muy de acuerdo con lo que Chaim Gartenberg escribía en The Verge hace unos días. Esto no va de conveniencia, sino de control.
Así es. Como explica este redactor, el conector Lightning es la vía con la cual Apple controla los accesorios que se conectan al iPhone. El programa MFi es como la App Store de Apple para el hardware: si quieres fabricar un cable o un accesorio que se conecte al iPhone, tienes que pasar por ese programa y, cómo no, pagar el impuesto revolucionario de Apple.
¿Qué logra Apple con esto? Control. Bueno, y también pasta, pero sobre todo control. Si necesitas conectar un dispositivo con Lightning a una pantalla externa necesitas un adaptador aprobado por Apple, y si necesitas importar fotos desde una tarjeta SD necesitas un adaptador aprobado por Apple. Y así con todo.
Lo extraño es que Apple haya adoptado el puerto USB-C en sus iPad: cualquier usuario puede ya conectar teclados, pendrives o pantallas usando ese puerto, algo que curiosamente impide que Apple mantenga el control y que cobre su tasa revolucionaria. La firma ha cedido terreno ahí por sorpresa, y de hecho hace unos años en Cult Of Mac se oponían a tal opción antes de que fuera anunciada. No solo eso: llamaban directamente al conector USB-C "una mierda".
La razón en el caso de los iPad es, diría, clara: los iPad Pro quieren reemplazar al portátil de toda la vida, y para ello nada mejor que usar un puerto "estándar" de portátiles. Uno que permita facilitar el acceso a periféricos como monitores externos, pero también a teclados o unidades SSD externas. Esos periféricos abundan con conexión USB-C, pero trata de encontrarlos con conexión Lightning.
Con los iPhone no existe esa prisa. Apple puede mantener el control y los beneficios, y me hacía gracia leer el artículo de John Gruber ayer sobre las razones por las que según él los iPhone aún mantenían el conector Lightning. Aludía al artículo de Gartenberg que he mencionado, pero le contradecía:
Mi teoría es que Apple sopesa cuidadosamente los pros y los contras de cada puerto en cada dispositivo que fabrica, y elige las tecnologías para esos puertos que cree que hacen el mejor producto para la mayoría de la gente.
No. No lo hace por que cree que hagan el mejor producto para la mayoría de la gente. Lo hace por control y por dinero. No hay más. No tuvo ningún problema en abandonar el conector de 30 pines sin piedad y dejar a los usuarios colgados con sus periféricos comprados e inservibles. No tuvo ningún problema en abandonar la disquetera en 1998, la unidad de CD/DVD en 2012 y los puertos USB-A (junto a unos cuantos más) y el minijack en 2016.
Daba igual que eso causara "grandes molestias a los usuarios" (las causó, sí), porque a ellos eso no les importaba. Esas decisiones no hacían necesariamente el producto mejor de lo que era. Bueno, en algunos casos quizás sí, pero lo que normalmente ha pasado cuando Apple ha tomado esas decisiones es que eso ha fortalecido su ecosistema hardware.
No estoy seguro de qué pasa con los puertos USB-C/TB4 de los MacBook, pero hay ahí un tema de control: Intel no cobra licencia, pero certifica a quien quiere implementarlo (AMD, por ejemplo, sigue sin hacerlo salvo pequeñas excepciones). La cosa cambia radicalmente con el tema del puerto Lightning y el citado programa MFi, pero también (sobre todo) con la eliminación del puerto de auriculares, que ha sido vital para que todo el mundo se lance como loco a comprar los AirPods que por cierto, no van tan finos con móviles Android por el códec AAC. Total, que si eres usuario de iPhone te conviene usar AirPods, y aquí Apple ha creado una división de negocio alucinante que forma parte de su estrategia en wearables (Apple Watch e incluso AirTags) que va como un tiro.
Así que, amigo John, la frase de antes estaba mal redactada. Te la cambio yo, no te preocupes:
Mi teoría es que Apple sopesa cuidadosamente los pros y los contras de cada puerto en cada dispositivo que fabrica, y elige las tecnologías para esos puertos que cree que hacen el mejor producto para el ecosistema Apple.
Yo lo veo bastante claro clarinete, y me extraña aquí la visión un poco miope de Gruber, que de repente ve a Apple como una empresa que tiene como objetivo principal hacer el mundo un poco mejor y favorecer a sus usuarios.
Ese no es el objetivo principal de Apple. Ni de ninguna otra empresa, ya que estamos. El objetivo principal de Apple es ganar pasta, y si le quitas control, le quitas ingresos.
Es así de fácil.