Pon un NAS en tu vida
Mis experimentos con el pequeño Raspberry Pi como seedbox han estado curiosos, pero el problema con el almacenamiento y las limitaciones del cacharrín me han convencido finalmente de dar el salto a una solución en la que llevaba pensando hace tiempo: la de comprarme un NAS para actuar tanto de servidor de descargas como de backups y, con el tiempo, probablemente de otras muchas cositas.


Estuve mirando algunos modelos y al final me decanté por el que es probablemente uno de los modelos más populares desde su lanzamiento: el Synology DS212j no es lo último de lo último -no tiene puertos USB 3.0, mal), y me estuvo picando el recién lanzado DS213 (o su versión pro, el DS213+), pero al final el precio me convenció, y acabé optando por el citado modelo con un par de discos duros de 2 Tbytes. Nada más llegar a casa me tocó modificar la organización de los volúmenes, que por defecto estában configurados en RAID 1. Dado el uso que le voy a dar a NAS decidí sacrificar la tranquilidad que da la redundancia de datos y he acabado tirando del modo RAID 0 (stripping) en el que simplemente uno suma la capacidad de ambos discos, pero los accesos de lectura y escritura se reparten entre ambos para acelerar esas transacciones.
Lo que está claro es que el Synology es un cacharro al que se le puede sacar mucho partido. En unos minutos ya tenía funcionando el cliente de Transmission tal y como indica el howto del wiki oficial, y lo cierto es que si hay algo que sobresalga en este NAS -y en todos los de la gama, supongo- es el software DiskStation Manager (DSM), base del funcionamiento de estos dispositivos y que ofrece virtualmente todo lo necesario para convertir al DS212j en lo que uno se proponga. La interfaz es muy cómoda e incluso los fans de Linux estamos de enhorabuena porque abrir el puerto 22 para acceder por SSH a la máquina (vía BusyBox) nos permite trastear con el equipo a un nivel aún más potente y hacer de todo. Por ejemplo y como curiosidad, apagar los LEDs de estado, porque por la noche el pequeño NAS podría animar una pequeña discoteca con tanto parpadeo.
Ni siquiera he empezado a utilizarlo y estoy dandome cuenta del (aparentemente) acierto de la compra. Si os da pereza el tema de los backups de vuestros equipos o queréis poner en marcha un servidor de muy bajo consumo (menos de 18W en picos) al que meterle virtualmente de todo echadle un ojo a estas soluciones.
Esto me va a tener entretenido una buena temporada. Súper.
Actualización: Parece que ya no venden mi modelo específico en muchos sitios, pero da igual porque ha sido reemplazado (a un precio incluso menor) por el siguiente equipo de esa familia, el Synology Diskstation DS213J
(enlace afiliado de Amazon, aviso) que entre otras cosas incluye puertos USB 3.0 (el mío no) y más memoria. Buena opción, sin lugar a dudas.