Phenom, ¿una apuesta de futuro?

Hasta hace poco más de un año siempre me consideré muy fan de AMD: sus procesadores Athlon barrían a Intel en precio/prestaciones y su política de marketing me parecía más objetiva. Sin embargo, todo cambió con la aparición de Intel Core 2, que provocó que la supremacía en el mundo de los procesadores volviera a manos de Intel. Los primeros micros Intel Core 2 Duo demostraron que la microarquitectura es mucho más importante que el microprocesador, y que con una buena base poco importa lo demás. Aunque AMD se había adelantado en el lanzamiento de un dual-core puro, Intel le ganó la partida con una solución que en su concepción no tenía porqué ser mejor, pero que la arquitectura Intel Core 2 llevó a límites insospechados.

amd spider

La lucha por los micros multinúcleo ha sido vertiginosa en 2007: en año y medio hemos pasado de contar con soluciones mono-core a soluciones quad-core a las que casi nadie puede sacar partido. Los micros con cuatro núcleos han sido otro de los grandes éxitos de Intel, que ni siquiera se ha esforzado en lanzar un cuádruple núcleo nativo: Kentsfield o Yorkfield son soluciones que no hacen más que unir dos procesadores dual-core, con lo que más que quad-core a esos micros de Intel habría que calificarlos como de dual-dual-core. Muchos puristas argumentaban que los cuellos de botella que podrían imponer esas topologías de bus y memoria serían puntos en contra cuando apareciera el quad-core nativo de AMD, Barcelona, pero no fue así. Los Opteron, que tantas alegrías habían dado a AMD en servidores hasta la fecha, estaban cediendo terreno ante los nuevos Xeon quad-core de Intel que tiraban a todo trapo y lograban ofrecer rendimientos impresionantes con consumos que ahora se han reducido gracias a los núcleos de 65 nm y los 45 nm de los Penryn. Yo mismo esperaba con expectación la llegada de Barcelona y de la nueva microarquitectura de AMD, pero todas las reviews confirmaban que Intel Core 2 seguía manteniendo su supremacía.

phenom

Y lo mismo ha ocurrido con Phenom. La apuesta quad-core nativa para PCs de sobremesa (desktops) de AMD ha llegado coja. Los microprocesadores de la primera hornada apenas llegan a los 2,3 GHz, mientras que los Intel Core 2 Quad de la competencia inician su oferta en los 2,4 GHz y llegan hasta los 3 Ghz del QX9650, un Xeon como la copa de un pino que deja muy atrás a los Opteron con núcleos Barcelona más potentes. AMD tiene tres bazas esenciales a la hora de sacar partido de sus nuevos microprocesadores.

Consumo de energía: AMD ha sido una empresa cuyos consumos de procesadores ha sido ejemplar en las últimas series, y de hecho eso ha permitido que el salto de tecnología de fabricación no fuera tan importante, mientras que en Intel era un claro signo de que necesitaban reducir la disipación de calor de forma crítica.

Precio/Prestaciones: hoy por hoy las comparativas demuestran que los precios de ofertas similares de Intel y AMD favorecen a Intel, que con una microarquitectura más eficiente en la actualidad está ganándole la partida a AMD, así que la reducción de precios es la única salida de AMD, que debe ofrecer una ventaja competitiva.

Futuro: es el punto que considero más importante: el diseño de la arquitectura de los nuevos Phenom es teóricamente más escalable. En Tom's Hardware Guide o AnandTech han realizado un repaso pormenorizado de las características y prestaciones de los nuevos Phenom, y si uno se lee con detenimiento dichas reviews (y otras muchas) puede llegar a un equívoco: puede que el rendimiento no sea mayor que el de los Intel Core 2 Quad - algo que decepciona, sí - pero en esencia un quad-core nativo debería tener más potencial que un quad-core 'falsete' cuyas limitaciones arquitecturales puede que le pasen factura ante aplicaciones multinúcleo bien programadas.

El tiempo dará la respuesta, pero también hay que tener en cuenta una cosa: puede que a finales de 2008 ya tengamos con nosotros Nehalem, la siguiente microarquitectura de Intel que según sus ingenieros será la verdadera maravilla de esta empresa. Si lo que apuntan es cierto, AMD debería ponerse manos a la obra, porque un mazazo como el que podría dar Intel con ese proyecto dejaría a AMD muy tocada.