Overclocking en el Intel core i7 920

Overclocking en el Intel core i7 920
SuperPi - 4,2 GHz

Ya conté hace unos días que había actualizado mi PC con un Core i7 920, y solo quedaba decidir qué disipador comprar para poder forzar un poco el micro y sacarle más rendimiento. Al final la opción ha sido la que más comentarios positivos recibía en los distintos análisis que vi: el Prolimatech Megahalems, que viene sin ventilador pero que solventé comprando un Noctua NP-F12.

Una vez montado, el disipador tiene un aspecto enorme, descomunal.

¿Vale la pena gastarse 75 euros en estos componentes? Depende del tipo de usuario, claro, pero lo que está claro es que por ese precio puedes llevar el micro a frecuencias de reloj que lo ponen muy por delante de procesadores más modernos y superiores en frecuencia de serie. De hecho ahora mismo tengo funcionando el i7 920 a 3,9 GHz y el tío ni se despeina. Teniendo en cuenta que la frecuencia de serie es de 2,67 GHz, yo diría que la inversión compensa.

El montaje del Prolimatech Megahalems es un pequeño desafío, porque el sistema de sujección es de lo más curioso. No es de extrañar, teniendo en cuenta que el cacharro pesa casi 1 kg y que al final queda "colgado" de la placa base.  Aún así, aparte de las instrucciones incluidas hay varios vídeos en YouTube que pueden servir de ayuda si tenéis dudas.

Y una vez montado, tocaba tratar de probar hasta donde era posible llegar. Mi placa base -una Intel DX58SO- no es la más famosa a la hora de realizar tareas de overclocking, pero como demuestran varios hilos de discusión como el de Overclockers.net eso no impide que se puedan lograr resultados más que aceptables.

Hay guías de overclocking para todos los gustos -yo vi esta de Noticias3D, pero también me gustó la propia de Overclockers.net- y aunque había intentado algo en el pasado, los resultados no fueron muy buenos. No contaba con los componentes más adecuados, pero esta vez sí, así que a pesar de ser un novatillo y de que seguramente he cometido alguna burrada, he logrado llegar a los 4,3 GHz (205x21, 1'371V), aunque con una estabilidad algo frágil y, sobre todo, con temperaturas preocupantes incluso con el Prolimatech. Así que dejé esto como pequeño hito, pero he preferido dejar el micro a un nivel más aceptable y que aún así da mucho mejor rendimiento.

Lo del overclocking es todo un arte, y sobre todo, no es especialmente cómodo. Cambias un par de parámetros en la BIOS, reinicias, pasas pruebas de estrés y si todo va bien vuelves a la BIOS para subir un poquito de vueltas cierto parámetro. Y así hasta que llegas a las preferencias óptimas. Después de 2 horas probando y realizando pruebas de estrés bastante básicas (no he comprobado el funcionamiento 24 horas, que es lo suyo) me he dado cuenta de lo mucho que se puede exprimir un procesador con un buen sistema de refrigeración.

De hecho, aquí adjunto una galería con todas las capturas de los distintos programitas que he utilizado para ir evaluando el comportamiento del micro forzado -atentos a las temperaturas de CoreTemp-. Si hay algún lector que controle del tema y tenga consejos, por favor comenta, comenta. Todavía no he tocado nada relacionado con el QPI o la memoria, pero ya caerá, ya...