Opera, el gran olvidado
Ayer apareció Opera 10 Alpha, la primera pre-release de un navegador que yo calificaría como el Atlético de Madrid de los navegadores de Internet. De hecho, puede que la comparación no sea justa, ya que el Atleti es un equipillo ;) y Opera es un desarrollo que sinceramente me parece admirable. Y sin embargo, no puedo evitarlo.
Uso Firefox.
Opera ha sido desde sus comienzos un navegador pionero: a este desarrollo le debemos la popularización de la navegación por pestañas (que eso sí, viene de más lejos, como demuestra este excelente post) que ha significado para mí y muchos otros la mayor revolución en este tipo de aplicaciones desde su aparición. De hecho, otras funcionalidades como la integración de widgets, su Speed Dial o la inclusión de un cliente BitTorrent y otro de correo la situan como una de las soluciones más completas del mercado, y su velocidad siempre ha sido vertiginosa.

Así pues, ¿cuáles son las razones de su limitada cuota de mercado? Es obvio que Firefox le ha hecho mucho daño a este navegador: la presencia de las extensiones permite que en Firefox podamos disfrutar de todo lo que ofrece Opera... y más, y puede que esa sea la única razón real del éxito del navegador de Mozilla Foundation sobre Opera.

Si yo fuera desarrollador de Opera, probablemente me sintiera decepcionado (por no decir deprimido). Opera lleva en el mercado la friolera de 12 años, y en todo ese tiempo siempre ha sido considerado como un buen navegador, pero que siempre ha estado a la sombra de otros protagonistas: Netscape primero, Internet Explorer, Firefox y ahora Google Chrome le han conseguido relegar a una extraña posición que realmente no merece.
Todo lo hacen bien. O casi. De hecho, los lanzamientos de este desarrollador están planteados de forma fantástica: el sitio web de Opera, incluso en el caso de ofrecer una versión alfa, tiene un diseño sencillamente portentoso que destaca breve pero claramente las ventajas con respecto a las versiones anteriores.
Su funcionamiento y estabilidad son igualmente muy destacables, es rápido, es uno de los navegadores más conscientes de la importancia de los estándares (de hecho, es el primero en pasar el test Acid3), y es, desde luego, claramente superior a Internet Explorer. Técnicamente y a nivel de prestaciones también es superior a Chrome (salvo por componentes como el prodigioso motor V8 de JavaScript de Chrome), de modo que ¿cómo es posible que Opera solo cuente con un mísero 0,68% de cuota de mercado?
Yo no lo sé. Que alguien me lo explique. Y ya puestos, si hay usuarios leales al navegador (no me vale que lo uséis de vez en cuando), a ver si me podéis contestar a esto que le preguntó el otro día un niño a su padre:
del Atleti
;)