OnePlus no me convence
En noviembre de 2017 escribía en Xataka un tema que ahora me parece premonitorio. Se titulaba 'OnePlus 5T y la condena de haber nacido como teléfono chollo' y ya solo esa frase era más o menos la gran conclusión de una realidad que a mí me duele ver repetirse una y otra vez en OnePlus.
La firma nació como perfecta abanderada de los teléfonos chollo. El OnePlus One fue una maravilla que tuve y recomendé por doquier, pero de un tiempo a esta parte la cosa ha cambiado mucho. Aquellas propuestas en las que el equilibrio entre precio y prestaciones era alucinante ya no existen, y año tras año nos hemos encontrado con una OnePlus cada vez más ambiciosa en cuanto a lo que quería conseguir pero que en mi caso al menos jamás se ha acercado a las grandes.
En el OnePlus 7 Pro que acaban de presentar me ocurre a lo bestia. Sabéis como me las gasto, pero yo veo aquí que las carencias superan con mucho a las virtudes. Pero a lo bestia.
Empecemos por la pantalla, magnífica. 6,67 pulgadas sin marcos (hay una pequeña barbilla en la parte inferior, no entiendo muy bien para qué) y esa fantástica frecuencia de refresco de 90 Hz que seguramente te capture. La pantalla es hasta curva en los laterales, así que el aprovechamiento del frontal es absolutamente impresionante.
Y yo me pregunto: ¿para qué?
En mi opinión 6,67 pulgadas son demasiadas pulgadas, y los maravillosos 90 Hz tienen el problema de devorar la batería. Eso es algo sorprendente teniendo en cuenta que 1) con esa pantalla y 8,8 mm de grosor uno esperaría una batería de más de 4.000 mAh y 2) aun con esa capacidad por lo visto el móvil aguanta una jornada casi de milagro. 4 horas de pantalla le ha sacado Marques Brownlee en sus pruebas. Tremendo.
A eso se le une la fragilidad extrema de un dispositivo que da miedo llevar sin funda. Si no la usas el móvil se verá espléndido -el diseño es llamativo, desde luego-, pero como se te caiga lo llevas claro: es todo cristal. Y si la usas, ¿dónde se queda ese argumento del diseño premium si no puedes presumir de él?
Luego está lo de la cámara selfie, de tipo retráctil, pop-up o periscopio. Es una solución que nunca me ha gustado y que me convence aún menos en el OP7Pro por una razón: decimos un poco hasta luego al reconocimiento facial que tan buenas sensaciones ha dado en anteriores modelos. Puedes usarlo, claro, pero lo de andar con el periscopio para arriba y para abajo no me convece en absoluto. Parece que el reconocimiento de huella con el sensor bajo pantalla es mejor que nunca, pero de nuevo pagamos un precio muy alto por un diseño espectacular y frágil hasta decir basta. No me parece una buena decisión.
Pero lo peor está en el apartado de las cámaras. Es probable que haya gente que no opine así, pero hoy por hoy un gama alta se define sobre todo por la calidad de sus cámaras, y el OnePlus 7 Pro no da la talla. No es que haya visto vídeos o leído análisis (como el de mi compañera Anna Martí, siempre impecable aunque no comparto su valoración), no: es que lo he visto por mí mismo: he tenido la oportunidad de toquetearlo unos minutos esta tarde y he enfrentado una foto del OP7Pro al de mi móvil para ver cómo se comportaba: mediocre es todo lo que puedo decir de esas impresiones. Han sido unas impresiones rápidas, cierto, pero me han dejado frío como los caminantes blancos.
Tenemos lo mejor de lo mejor en hardware, y más que el Snapdragon 855 o los hasta 12 GB de RAM y 256 GB yo destacaría algo quizás más relevante: el uso del sistema de ficheros UFS 3.0 que parece que le da mucha alegría y fluidez a todas las operaciones de lectura y escritura. Es, diría, de lo mejorcito de un móvil que a mí me parece plagado de fallos. Demasiado grande, demasiado voraz, demasiados sacrificios en las cámaras traseras, demasiados sacrificios en la biometría y aún más sacrificios si hablamos de que una vez más no contamos con conector de auriculares, ni con carga inalámbrica, ni con resistencia al agua. Meh.
Lo que OnePlus no está dispuesta a sacrificar es el precio: 709 euros del ala por el OnePlus 7 Pro de 6 GB de RAM y 128 GB de capacidad, un precio que sin ser un horror tampoco es una bicoca. Me parece más interesante el OnePlus 7 a 559 euros aun perdiendo una cámara: es más compacto y tiene el que para mí es el notch ideal si hay que tenerlo, el tipo gota, porque no hay que recurrir a trucos para la cámara frontal, apenas molesta y además no sacrificamos el llamativo reconocimiento facial. Aunque ya puestos la evolución respecto al 6T es tan rácana que quizás ahora es el mejor momento para comprar un 6T si os molaba ese modelo.
En mi opinión OnePlus se ha equivocado de forma total con este enfoque de su nuevo buque insignia. Quiere competir con los grandes y ciertamente lo hace (y les supera) en su pantalla, pero el precio por lograrlo es demasiado alto. En casi todo lo demás (batería, biometría, opciones y sobre todo cámaras) pierde de forma notable, y aunque el precio es más interesante que otros gamas altas, ahora mismo es posible conseguir a mucho mejor precio varios de sus competidores:
- Samsung Galaxy S10: la variante dual SIM de 8 GB de RAM y 128 GB de capacidad está a 578 euros en eBay con el código "paratech"
- Samsung Galaxy S10e: si os gusta el modelo más compacto (como a mí) está a 474 euros en eBay con el código "paratech" en eBay
- Xiaomi Mi 9: con el Snapdraon 855, 6 GB de RAM y 128 GB de capacidad está a 434 euros en AliExpress Plaza con el código "plazaoff", envío desde España y 2 años de garantía.
- Xiaomi Mi 9 SE: la versión económica con el Snapdragon 712, 6 GB de RAM y 64 GB de capacidad está a 267,24 euros en Banggood con el código 5BGM96SE
- Pixel 3a y Pixel 3a XL: más modestos en hardware, sin duda, diseño ya obsoleto, plasticurri, pero una cámara prodigiosa, la misma que los Pixel 3/XL, por 399/479 euros en Google.
Cualquiera de esos 6 teléfonos ofrece de buenas a primeras mejor equilibrio precio/prestaciones en mi opinión. Eso, claro, si os importa un poco menos el diseño y un poco más el tema fotográfico, por ejemplo. Los Galaxy me molan por cosas como la opción DeX, por ejemplo, los Xiaomi me molan por ser imbatibles en precio/prestaciones y los Pixel 3a/XL por acercar su cámara a todos lo públicos. Ahora, si os mola el diseño del OP7Pro, adelante con la compra. No será el móvil que yo recomiende, desde luego. No a no ser que baje bastante de precio, porque que OnePlus me pida 709 euros por un terminal así es básicamente como pedirme la Luna.
Es una lástima, insisto, porque OnePlus había logrado hacer algo muy difícil muy bien, pero esa ambición de competir con los grandes ha hecho que tome decisiones para mí incomprensibles. Las prioridades de OnePlus son respetables, pero no son las mías. Y como no lo son, ahí te quedas, maja. Al menos, por ahora.