OnePlus 5T: la reconciliación

Como muchos sabéis, fui un usuario feliz del OnePlus One. Aquel smartphone fue mi primera inversión "importante" en un móvil, porque nunca había gastado 300 euros en uno. Bueno, salvo el iPhone original, que un amigo me trajo de EE.UU. y que costó 399 dólares de la época, si no recuerdo mal. La foto de aquel post mola: qué carita de pipiolo tenía entonces.
El caso es como digo para mí aquel OPO demostraba que los teléfonos chollos volvían a tener un referente absoluto. Los Nexus 4 dejaron paso a este fabricante que mostraba un gusto exquisito por los detalles (recuerdo el unboxing) y que cuidaba mucho tanto el software (dentro de sus posibilidades) como el hardware.
Recomendé aquel móvil durante mucho tiempo, y lo mismo hice con el OnePlus 2 y el OnePlus X. La cosa, no obstante, empezó a torcerse con el OnePlus 3, que ya no era tan chollo y al que le salían competidores por doquier. Cuando pocos meses después la firma lanzó el OnePlus 3T la cosa me preocupó, porque las diferencias con el 3 eran pocas y poco justificadas para de repente convertir a los usuarios de aquel modelo en los patitos feo de la comunidad OnePlus (por no decir otra cosa). El OP3T estaba bastante bien, desde luego, pero no era ese smartphone que uno (yo) recomendaría para prácticamente todos los casos.
Este año la cosa tampoco iba por muy buen camino. Cuando se presentó el OnePlus 5 la cosa se le complicaba a una firma a la que le condenaba un poco la repentina madurez. No había nada especialmente diferencial en un smartphone que era muy correcto, pero nada más. Había alternativas más llamativas aunque fueran más caras, y también mejores en precio/prestaciones.


De hecho el rival natural del OP5 no era otro que mi Xiaomi Mi 6, que le daba sopas con ondas al móvil de OnePlus por una sencilla razón: el precio. Era casi imposible encontrar el OP5 a menos de 400 euros, pero en los últimos meses hemos visto como el Mi 6 estaba claramente por debajo de los 320 y en los últimos tiempos ya ronda los 300. Todo un teléfono-chollo. Las prestaciones eran similares, las apuestas equivalentes, pero el factor precio decantaba la batalla a favor de Xiaomi... si uno estaba dispuesto a comprar en tiendas chinas, claro. En OnePlus uno tenía la ventaja de comprar con un canal de distribución "europeo" y una tienda con una garantía igual de europea, que siempre ayuda.
De repente estábamos ante un OnePlus 5 descafeinado que aportaba poco o nada al mercado actual. Ciertamente era interesante si no te fiabas de las tiendas chinorris y no querías gastarte la pasta de los Samsung/LG/iPhone, pero aún así era algo así como elegir más por precio que por una apuesta rotunda.
Que es precisamente lo que promete el OnePlus 5T.
No diría que es un teléfono chollo -esos 499 euros de precio lo descalifican- pero desde luego sí es llamativo tanto por esa pantalla casi sin marcos en formato 18:9 -pronto casi todos serán así, amigos lectores- como por su sistema de reconocimiento facial o su sistema de doble cámara, ligeramente mejorada respecto a su inmediato antecesor.
Todas esas mejoras (y conservar el sensor de huella o, sorpresa, el conector de auriculares) hacen que de repente el OnePlus 5T se convierta en un candidato mucho más atractivo en esa guerra por los móviles que aspiran a topes de gama. No van a poder competir realmente con las marcas de primer nivel (por algo Xiaomi o OnePlus siguen siendo identificadas como marcas chollo), pero desde luego podrán plantar cara a prácticamente cualquier terminal el doble (o triple) de caro en casi todo, incluido (atención) el apartado fotográfico.
Es una lata que hayan seguido la misma estrategia que con el 3/3T y ahora tengamos un smartphone obsoleto a los 4 meses de vida, pero el final de la historia es feliz, porque al menos en mi caso el OnePlus 5T me ha reconciliado un poco con la marca. Un gran contendiente para un mercado que desde luego está de lo más entretenido.
A la espera de ver análisis y rendimientos reales, bien hecho, OnePlus.