Obsolescencias a mí
Hace un par de semanas mi hermano cambió de móvil por diversas razones. Entre ellas, que se había medio cargado su iPhone 4 tras quemar el conector universal (manda huevos que lo llaven “universal”) por enchufarlo a un cargador chinorris. El caso es que a partir de ese momento dejó de poder sincronizarlo con el PC, pero sí que podía recargarlo y seguir usándolo.
El teléfono estaba por tanto sin actualizar desde hace un porrón -me da un poco de vergüenza confesar que seguía con iOS 5.1.1-, y no había mucho que hacer. Cuando me lo contó no creí que la reparación fuera posible o barata, pero me equivocaba, y año y pico después de aquello (puede que más) he acabado tratando de convertir este teléfono en un iPhone 4 ‘refurbished‘ para mi madre, que anda con una carraca de Nokia del año catapúnchinpún.
Al problema del dock se le sumó el hecho de que había que liberar el teléfono. No me quise complicar la vida y tiré de apuesta casi segura (DoctorSIM), que por 8 euros te realiza el proceso en apenas una hora. Pero resulta que en el caso del iPhone ese proceso necesitaba de un paso final: conectar el teléfono a iTunes para completar la activación de la nueva línea. Con el dock quemado las opciones se acababan.
Hasta que miré brevemente en San Google y me encontré con la solución, que era mucho más sencilla y barata de lo que había pensado cuando mi hermano me preguntó por el tema inicialmente. A finales de la semana pasada pedí una pieza de recambio del conector universal para el iPhone 4 en eBay, y la pieza me llegó ayer mismo tras pagar la ridícula cantidad de 4,85 euros.
De una modificación anterior del iMac de mi mujer teníamos un kit de herramientas con un destornillador Pentalobe, varillas para hacer palanca y pinzas de precisión, así que podía ponerme manos a la obra. ¿Cómo? Pues fácil: con el vídeo de iFixit que precisamente guía paso por paso a destripar el iPhone 4 para cambiar el dock.
En apenas una horita -y eso yendo despacito para tratar de no meter la pata- tenía el iPhone 4 montado. Emoción, intriga y dolor de barriga en el primer inicio de ese teléfono reformado, porque había varios posibles problemas durante la vuelta al montaje. Entre ellos, el botón Home, que está controlado por un mecanismo bastante puñetero de volver a colocar en su sitio.
Afortunadamente todo fue como ruedas: el botón de inicio funcionaba, y tras meter la MicroSIM de otro operador (probé con la mía) y conectarlo a iTunes, ya tenía el iPhone activado, actualizado a iOS 7.1.2 y preparado para ese brillante futuro en manos de mi madre, que solo por ser la madre más guapa de todas las del cole (siempre) se merecería un iPhone 10 si lo hubiera, pero que seguro que se apaña la mar de bien con este cacharrito. Tanto si lo hace como si no, ya os contaré la experiencia: toda una prueba de fuego para iOS.