No deberías hacer todo con una Raspberry Pi (aunque puedas)

Ejemplo 1. Ayer aparecía en Lifehacker un artículo aparentemente simpático. Un tipo con mucho tiempo libre se había montado una pequeña tablet en la cocina para que las recetas le fuesen apareciendo en esa pantalla.
Todo súper friqui, claro. El invento estaba controlado por una Raspberry Pi conectada a una pantalla táctil LCD, y Raspbian como sistema operativo para que dentro de ese entorno se pudiera demostrar la potencia de Gourmet Recipe Manager, una aplicación de recetas para Linux que lógicamente también se puede utilizar en este dispositivo.
El vídeo es curiosete, seguro, pero ¿realmente merece la pena este invento? Yo no estoy tan seguro. El tipo se ha gastado un dinerito en la RPi3 (microSD, cargador aparte) y en la pantalla LCD, y el resultado solo se podría calificar de una forma: es tosco


Lo mismo se podría haber conseguido lo mismo de una forma más limpita, depurada y probablemente barata con un Kindle Fire de 7 pulgadas, que por 75 euros (versión sin anuncios, la otra está a 60 euros) te permite acceder a un producto pulido, simpático y evidentemente mucho mejor acabado. Como indicaban en el artículo original, si a eso le añades que aplicaciones como Paprika están muy pensadas para este ámbito —por no hablar de YouTube y la infinidad de canales de cocina—, la cosa la veo medio clara.
Ejemplo 2. Este enlace del viernes es de The Verge, y la idea es básicamente la misma. Una empresa búlgara llamada Olimex vende un kit para crear un portátil Open Source a partir de una placa propia (no es una RPi, pero vamos, para el caso me sirve el ejemplo), algo que en realidad no es nuevo (Kano, por ejemplo, ofrece algo parecido desde hace bastante con las Raspberry Pi) y que el autor del artículo dejaba claro que era bastante patatoide también:
Unfortunately, almost everything about this laptop is unsatisfying right now. It runs a quad-core ARM64 chip, though x86 and MIPS chips might be offered later on. It has a tiny 11.6-inch screen, a huge bezel, a tiny trackpad, a cramped-looking keyboard, and a whole lot of plastic. The OS (Linux, naturally) runs off a microSD card. At least the LCD comes in a 1080p variant, because the default 1366 x 768 resolution is a real throwback. There's even 802.11n Wi-Fi, which has me questioning what decade it is. All these unimpressive specs can be yours for the reasonable price of €225, about $242 USD.
Efectiviwonder. Por ese precio (o un poquito más) es posible comprar un tablet convertible (como el Chuwi Hi10 Plus, que normalmente destaco en las ofertas y que está a 205 euros ahora mismo en Gearbest) con su tecladito con trackpad por 24 euros más. Es genial que hayan logrado hacer algo así a base de Open Source y que hayan compartido todo el esquema y código y planos CAD para que cualquiera pueda mejorarlo y modificarlo, pero la verdad, el alcance que puede tener esta solución es demasiado limitado. Puede que con el Chuwi no puedas molar tanto como con un iPad Pro o un Surface Pro 4, pero te aseguro que podrás hacer muchas cosas (y mejor hechas) que con el invento de la Raspberry Pi, por muy friqui que sea el resultado.
Conclusión
Quizás os extrañe el tono antifriqui de este negativo post. Pero ni es antifriqui, ni es negativo. Es simplemente coherente. La Raspberry Pi es fantástica para muchas cosas, pero eso no significa que sea fantástica para todo. Es cierto que en estos proyectos uno "se libera" gracias al uso del Open Source, pero para la (inmensa) mayoría de la gente, la que desafortunadamente no lee este blog, eso no importa.
Lo que importa para esa inmensa mayoría es que lo que quieres hacer funcione sin demasiado esfuerzo. Estos proyectos quedan muy bien en los medios como ejemplos de todo lo que se puede hacer con una Raspberry Pi, pero creo que también hay un efecto colateral peligroso en esa difusión de posibilidades. Que se pueda hacer no significa que hacerlo sea bueno. Ya sabéis que admiro como el que más a estos nerds que nos demuestran que todo es posible, pero hasta eso puede llegar a ser contraproducente.
Igual me estoy haciendo mayor y se me está agriando el juicio, pero de verdad, ¿qué ventajas reales aportan estas soluciones más allá de poder decir que son muy friquis? Venga, convencedme en los comentarios, que tengo ganas de perder esta discusión.