Nintendo y la gallina de los huevos de oro

Nintendo y la gallina de los huevos de oro
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Llevo bastante tiempo criticando a Apple por su racanería. La sensación siempre suele ser la misma: la de que podrían hacer mucho más de lo que hacen en todos los terrenos. Tienen dinero y recursos para ello, así que cuando se presentan con un nuevo sistema operativo de escritorio y su mayor novedad es Universal Control uno no puede dejar de pensar si nos están tomando el pelo. Las mejoras iterativas y rácanas son ya viejas conocidas de las actualizaciones de Apple, pero resulta que hay una empresa que exprime aún mejor su producto.

Esa empresa no es otra que Nintendo.

No le tengo demasiada simpatía a esta empresa. En realidad me ha sido indiferente durante buena parte de mi vida: no me atraen nada sus consolas ni sus videojuegos -probablemente porque no crecí con ellos-, pero todos los movimientos que hacen van en una dirección que no me gusta nada: es la dirección de cerrar puertas y ventanas, de tener el control absoluto de lo suyo, de construir un bonito e incómodo jardín amurallado.

Uno además con pinchos, porque en Nintendo protegen desde hace mucho su propiedad intelectual -que es razonable- hasta límites insospechados, como conté en ese enlace de antes: la emulación es para muchos una forma de homenajear y proteger el legado de Nintendo, pero la empresa no lo cree así a pesar de que ese es un mercado absolutamente de nicho.

No me había parado mucho más en pensar en esta empresa en los últimos tiempos: creo que le va a ir bien durante mucho tiempo por la sencilla razón de que no hay nada ni nadie que amenace su posición. Su aproximación al hardware y a los juegos es totalmente distinta a la de sus teóricos rivales, y aquí importante destacar las cursivas de teóricos porque en realidad Nintendo no tiene rivales. Va a lo suyo, y lo suyo es, para bien o para mal (de momento, para bien) otra forma de entender el mercado del entretenimiento.

Esa forma funciona además casi sin esfuerzo, y es el ejemplo absoluto de cómo es posible maximizar una consola pobre en especificaciones y un catálogo de juegos que es escaso. No digo que sea malo, ojo: digo que es escaso. Según Nintendo Fandom, hay unas pocas docenas de juegos disponibles para la Nintendo Switch, y según esa web el número de lanzamientos de nuevos juegos para la Switch es bastante pobre cada año:

En ese catálogo está claro que hay una importante (pero no absoluta) proporción de juegos estupendos. Aquí suele cumplirse (al menos, por lo que he leído siempre) el principio de que en Nintendo van más a la calidad que a la cantidad, y parece como si en realidad los usuarios no necesitasen mucho más que ese puñado de buenos juegos. Quizás sea así. Bien por ellos.

Lo que entiendo menos es lo de que la gente no se sienta un poco engañada con una consola que sale muy, muy cara. Al menos lo hace en términos de hardware: la Nintendo Switch tradicional lleva prácticamente sin bajar de precio desde su lanzamiento en 2017, y la empresa pudo presumir desde el primer momento de vender con beneficio: se estimó entonces que la consola tenía un coste de fabricación de 257 dólares y se vendía a 299,99 dólares. Ese coste de fabricación es hoy más reducido, así que cada consola vendida (y llevan unas cuantas) sigue dándole muchas alegrías a este fabricante. Y cada día que pasa más.

Total, que llega 2021 y estamos, se supone, en la nueva generación de consolas de Microsoft y Sony. Los paradigmas son distintos, y ahora ni siquiera ellas dos osn rivales. Microsoft juega a otra cosa con Game Pass y xCloud mientras en Sony siguen defendiendo su estrategia de siempre de exclusivos. Aún así esas consolas son verdaderas maravillas hardware, sobre todo (creo yo) en el caso de la Xbox Series X, que por 500 euros es capaz de contar con un hardware que sigue siendo muy difícil (y caro) de replicar con componentes convencionales. La Xbox Series X es una ganga, pero es que si la comparamos con la Nintendo Switch, lo es aún más.

Pero todo eso a Nintendo le da igual. Su legión de creyentes está tan cegada como otras legiones de creyentes de otros fabricantes (Apple, por supuesto, es una buena fábrica de cegatos), así que me ha dejado especialmente alucinado el lanzamiento de la "Nintendo Swtich (OLED Model)" (vaya nombrecito) de la que apenas se han dado detalles salvo, claro está, los que a Nintendo le interesaba dar.

He estado leyendo alguna que otra cosa sobre la consola pero sobre todo quería repasar aquí algunos tuits que creo que son representativos de lo que pensamos y piensan muchos de los usuarios de tecnología en general, pero también de Nintendo en particular.

El tuit de Brian Altano (que tiene 140k seguidores en Twitter, yo no lo conocía) es bastante irónico pero es bastante crudo: esperar esa NIntendo Switch Pro era un poco esperar algo imposible de una Nintendo que jamás hace ciclos de renovación destacables de sus consolas.

Tom Warren, editor de The Verge, resume un poco lo que se esperaba y lo que en realidad nos ofrece Nintendo, y hace hincapié en lo de la batería, que no se verá mejorada con esta nueva versión. En The Verge de hecho resumían las limitadas novedades de una consola que al contrario de lo que sugerían los rumores no integra ningún nuevo chip de NVIDIA ni más RAM ni soporte de salida 4K. Es un refrito OLED, sin más, y algunos apuntaban a que de hecho esa nueva pantalla le sale más barato a Nintendo de lo que le salía seguir integrando los anteriores paneles LCD. Quien mejor resumía un poco mi sentir era mi compañero Antonio Sabán en otro tuit:

Es lo que comentaba antes. Si antes Nintendo ganaba pasta con cada consola, ahora ganará probalemente más, y todo gracias a lograr exprimir esa particular gallina de los huevos de oro en que se ha convertido su consola.

Como le decía Eduardo Archanco -otro compañero- en los comentarios a ese tuit, "Nada de eso importa". Eduardo sabe de lo que habla porque es el coordinador de Applesfera y sabe cómo se la gastan tanto Apple como Nintendo. Ambas son maestras en eso de maximizar a sus gallinitas de los huevos de oro, y ambas tienen argumentos suficientes para que pequeños haters como yo no importen nada: la gente va a seguir comprando la nueva Nintendo Switch porque la gente se lo pasa bien con ella.

Eso es lo único que importa, y Nintendo lo sabe. De hecho no para de vender consolitas: más que nadie (datos de VGAChartz) al menos de momento, y el lanzamiento de las nuevas Xbox y PS5 no ha afectado mucho porque, claro está, no se están fabricando demasiadas.

Dicho lo cual, solo un pequeño mensaje para los queridos usuarios de Nintendo:

Os están tangando (un poco). A todos.