Nexus One, más de lo mismo

Nexus One, más de lo mismo
Nexus One 1

Era demasiado bonito para ser verdad. El Nexus One de Google parecía destinado a convertirse en un dispositivo revolucionario para el mercado, pero al final se ha convertido en un dispositivo más que no destaca especialmente por ningún apartado. ¿Qué parecía prometer Google?

Pues entre otras cosas, cambiar radicalmente el modelo de distribución. Hasta la fecha uno podía comprar móviles libres para usarlos con su operadora favorita de diversos modos, pero Google era la primera en vender sus propios dispositivos a través de una tienda on-line. Teóricamente eso debería abaratar costes y también implicaría total independencia de las grandes empresas de telecomunicaciones. Pero Google no ha podido ignorar el potencial de esas alianzas, y venderá el móvil con los típicos contratos de permanencia de diversas operadoras. Y no es el único problema.

Hay al menos dos grandes problemas adicionales para que el Nexus One triunfe. El primero de ellos es el precio. Este terminal no es barato, y su coste para el usuario final será claramente superior a lo que muchos estamos dispuestos a pagar por el terminal libre. Se estimaba que Google vendería el Nexus One a unos 300-400 dólares, pero su precio de venta final es de nada menos que 530 dólares.

Lo curioso del caso es que un análisis de los componentes del Nexus One -sus especificaciones hardware son notables, desde luego- realizado por iSuppli indica que a Google cada uno de estos cacharritos le cuesta 174,15 dólares. A eso hay que añadir otros factores, claro (mano de obra, distribución, márketing), pero la cifra de venta final me parece exagerada, y no precisamente la mejor elección para tratar de imponer su dispositivo en el mercado.

Sobre todo, teniendo en cuenta mercados como el de las consolas: Microsoft y Sony llevaban años perdiendo dinero con sus consolas, pero lo importante era vender el mayor número de unidades posibles porque la rentabilidad a medio y largo plazo está asegurada. La Xbox 360 costaba mucho más de su precio de venta, y lo mismo ocurría -de hecho, con una diferencia aún mayor- con la PS3 de Sony, que aun siendo cara para el usuario era aún más cara de fabricar.

A Google no parece importarle ese factor de ser nuevo en el segmento: quieren imponer sus condiciones, y con ello Google parece ir pareciéndose cada vez más a Apple. Ya lo dije cuando le eché un vistazo  a Chrome OS: su concepción cerrada y propietaria de algunos desarrollos es demasiado similar a la de Cupertino. Y eso es peligroso.

El modelo de venta del Nexus One se parece bastante al del iPhone: por supuesto, es posible conseguir el iPhone 3GS liberado -países como Italia se rigen por dicha opción-, pero también tendrás que pagar un plus muy importante. Con lo cual la mayoría de los usuarios prefieren aprovechar para cambiar de operadora o aprovechar las bonificaciones (puntos, campañas especiales, etc.) de sus operadoras actuales, y pagarlo a plazos.  Así pues, volvemos al modelo de siempre, al que está claro que Google no podía ni quería renunciar.

Esto no está mal si usas mucho el teléfono para llamar y navegar, pero es un verdadero horror si usas sus prestaciones ocasionalmente. En BillShrink realizaron una interesante comparativa de los smartphones más impactantes del mercado y del coste que tendría adquirirlos con los contratos disponibles en el mercado estadounidense:

El Nexus One sale claramente más barato que el iPhone 3GS, así que la cosa favorece al dispositivo de Google, pero ¿por qué no partir de un precio de salida liberado más reducido, que probablemente Google podría permitirse para impulsar las ventas y su posición en el mercado? Tal y como está la economía, es complicado que alguien pueda gastarse así como así 530 dólares en un smartphone, por mucho smartphone que sea.

El segundo gran problema adicional es el que se deriva de la propia experiencia de Google en el mercado del hardware. Se trata de la ausencia de la infraestructura necesaria para lidiar con un servicio técnico y post-venta que está provocando muchos problemas en el debut de este móvil. Y es que como indican en Ars Technica, cuando un usuario tenga un problema con su Nexus One -como los están teniendo-, ¿a quién debe recurrir? ¿A Google? ¿A la operadora? ¿A mí, por haber dicho que el Nexus One iba a ser bueno, bonito y barato?

A mí se me han quitado las ganas, desde luego... aunque espero que Google recapacite y reduzca su precio. ¿Os ha decepcionado el lanzamiento tanto como a mí?