Nexus y la futilidad
No me impresionaron los Nexus 6 del año pasado, y desde luego no me han impresionado tampoco los nuevos Nexus 5X y Nexus 6P. Aquel modelo del año pasado era un súper-teléfono (en todos los sentidos, incluidos tamaño y precio), y los nuevos terminales tampoco es que sean baratos (sobre todo fuera de los EE.UU.) pero es que tampoco marcan diferencias claras respecto a los dispositivos que sacan al mercado los socios tradicionales de Google.
Vlad Savov tiene su punto en The Verge, donde trata de explicar cuál podría haber sido la motivación de Google para presentar estos nuevos modelos. Originalmente la familia Nexus tenía sentido, como destaca en su texto:
El Nexus One original de 2010 fue el primer esfuerzo de Google en vender sus propios teléfonos de forma directa a sus consumidores, y por tanto fue el intento más valiente que los Estados Unidos habían conocido a la hora de eludir el dominio de los operadores en este mercado. El Nexus S y los Galaxy Nexus sirvieron como refencias muy valiosas para el mejor Android de una época en la que los socios hardware de Google castigaban a sus usuarios con horrorosas personalizaciones de Android y grandes retrasos a la hora de ofrecer actualizaciones. Desde entonces, el Nexus 4 y el Nexus 5 -especialmente el Nexus 5- aumentaron nuestras expectativas de lo que podíamos obtener de un buen móvil Android con un presupuesto ajustado.
Totalmente de acuerdo. Desde entonces, sin embargo, las razones han cambiado, y como Savov destaca, parece que Google hiciera sus teléfonos por la sencilla razón de que puede hacerlo.


De hecho, no tiene pinta de que los socios de Google estén contentos con la situación. El Moto X Pure de Motorola es un buen ejemplo de un dispositivo que debería ser impulsado y apoyado por Google, y no lo contrario: la propia Google y sus Nexus 5X son productos más competitivos (el sensor de huella dactilar y la presencia de Android 6.0 son ventajas claras) y hacen que Google se tire piedras sobre su propio tejado. Puede que Google simplemente esté usando los Nexus para darse publicidad a sí misma como indica Savov, pero si esa es la idea, no veo la ventaja en esa estrategia.
Como ya indiqué en mi reflexión anterior, Google debería concentrarse en hacer que los Nexus fueran el mejor ejemplo de lo que un fabricante puede hacer con un dispositivo competitivo en precio con la última versión de Android. Solo eso. Deja que los fabricantes hagan su trabajo, Google.
Aviso: este post es una traducción ligeramente adaptada del artículo de ayer en The Unshut.
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