Nexus 5 y el tedio

Nexus 5 y el tedio
nexus-5-incognitosis
nexus-5-incognitosis

Ayer se presentó el Nexus 5, el nuevo terminal estrella de Google fabricado por LG --que había dicho que no fabricaría un nuevo Nexus de momento-- y que de nuevo rompe esquemas con una relación precio/prestaciones realmente excepcional. Por 349 euros podemos hacernos con un terminal que en casi todo es un gama alta.

Parece que esta vez Google y LG han aprendido del desastroso lanzamiento del Nexus4 y dispondrán de stock suficiente para cubrir la demanda inicial. Eso no quita para que el efecto lanzamiento se haya vuelto a notar: el Nexus 5 de 16 GB no está disponible ya en nuestro país, y ahora queda por ver si cuando vuelva lo hará definitivamente o durante 5 minutos.

Todo es mejor (o casi) en un Nexus 5 que además llega con Android 4.4 (patrocinado por Nestlé y sus KitKat, algo que no me acaba de convencer)  y con mejoras sensibles en todo tipo de áreas. Sobre todo, en la integración con Google Now. Ya es posible decir aquello de "Ok Google" para que el teléfono detecte que queremos preguntarle algo. Esa activación por voz parece funcionar solo con el teléfono desbloqueado (el Moto X sigue siendo mejor en eso), pero es un paso más en esa capacidad.

Sin embargo, me sorprendió encontrarme ayer con la noticia y leerme casi por rutina dos o tres reportajes al respecto. Lo importante es que lo hice, como digo, por rutina. No por expectación o por ganas de conocer los detalles. La razón es clara: prácticamente todos esos detalles se conocían ya, así que el lanzamiento del Nexus 5 ha quedado bastante ensombrecido por una falta de expectativas que ya de por sí genera una pequeña decepción.

De hecho, hay otro factor que influye en esa decepción: el Nexus 5 parece todo un telefonazo, pero la avalancha de smartphones chinos de alta gama (con el Xiaomi Mi3 a la cabeza) a precios similares lo hacen cada vez menos relevante. Sobre todo cuando empresas como la citada Xiaomi cuida tanto las actualizaciones y su ROM MIUI como hace la propia Google con su experiencia Android.

Obviamente con el Nexus 5 los usuarios tendrán acceso a las últimas actualizaciones de Google en primer lugar, pero eso ya no es tan importante cuando uno se entera de que lo harán solo durante cierto tiempo. El Galaxy Nexus que apareció hace dos años y que era un dispositivo de ensueño --recuerdo haberlo intentado conseguir incluso meses después tras leer el análisis de The Verge, uno de los primeros que aparecieron en aquella publicación-- no tendrá derecho a actualizarse a Android 4.4. Cagada de Google, que parece dejar claro así que su propio compromiso con sus "hijos" no es especialmente sólido.

Curioso. El año pasado le pedía un Nexus 4 a los reyes, y este --reconozco que ahora mismo estoy más que servido en este terreno-- he contemplado el lanzamiento del Nexus 5 con aburrimiento. Casi con tedio.