Mitos de la instalación software en Linux
Esta tarde me he encontrado con un interesante post de Steven J. Vaughan-Nichols, uno de los periodistas técnicos más reputados relacionados con el mundo del software libre, llamado "Linux software installation myths", en el que el autor refleja la situación actual a la hora de instalar programas y aplicaciones en distintas distribuciones Linux. El texto es revelador y muy claro, y demuestra que hace años que la instalación de software en Linux es algo que se ha facilitado de forma enorme.

A eso han contribuido de forma esencial los gestores de paquetes y algunos sistemas específicamente soportados por ciertas distribuciones. Por ejemplo, openSUSE tiene su 1-Click-Install, y Xandros abrió hace unos meses su CNR (Click'N'Run) dos de los métodos más cómodos y directos para acceder a esta posibilidad. Sin embargo no son ni de lejos los más utilizados: los citados gestores de paquetes se llevan la palma, y cada uno tiene su propia solución en este campo.

Así, Debian, Ubuntu y el resto de distribuciones de esta "rama" presumen de poder contar con APT (Advanced Packaging Tool), el sistema de gestión de paquetes más reputado y fantástico del mundo mundial. Y se lo merece, desde luego. Para los más vagos con la consola de comando están soluciones como Synaptic (GNOME) o Addept (KDE) que ofrecen un frontend para los distintos comandos apt (apt-get, apt-cache, etc).

El otro gran grupo lo tenemos en las distribuciones en paquetes RPM (Red hat Package Manager) como openSUSE, Fedora y sus versiones empresariales (SLED, SLES, RHEL), además de otras como Mandriva. De nuevo este gestor se puede usar en modo consola con distintos flags (lo más cómodo para los veteranos del mundillo) o mediante las interfaces gráficas que ofrecen utilidades como YaST, yum, up2date, o rpmdrake.

Hay más sistemas de gestión de paquetes (Conary en rPath, Portage en Gentoo), pero son menos relevantes y al final el objetivo es el mismo: facilitar la instalación del software en Linux. Un proyecto interesante en este sentido es PackageKit, que no está llamado a sustituir a APT o RPM, sino a utilizar esos sistemas y sus frontends para ofrecer una "abstracción" común, un sistema universal de instalación que sea común a todas las distribuciones aunque luego en realidad se base en las propias herramientas de gestión de paquetes de cada distribución.
Pero al final la conclusión es la misma: instalar software en Linux es de todo, menos difícil. De hecho, probablemente lo más difícil será decidir qué aplicación elegir entre las miles (¿decenas, centenas de miles?) disponibles en los repositorios.