Microsoft y la convergencia

Hace tiempo que lo veo claro: tu smartphone será tu PC. La convergencia entre ambos mundos me parece inevitable, y de hecho ese fue el tema protagonista de uno de los posts de los que más orgulloso estoy en Xataka. El concepto ya lleva un tiempo cociéndose, aunque la única apuesta real y confirmada al respecto es de Canonical y ese ambicioso proyecto que quiere convertir a Ubuntu en un sistema operativo universal.
En Microsoft debían tenerlo claro incluso antes. La interfaz Metro (aunque ya no podamos llamarla así) ha ido conquistando gradualmente a todas las plataformas y dispositivos de los de Redmond, y tenemos baldositas por todos lados. En Windows 8, en Windows Phone, y en Windows RT. Y en la Xbox 360 o la Xbox One, por supuesto. Esa unificación de interfaz es para mi --así lo comentábamos en una de las mesas redondas de los premios Xataka 2013-- la primera parte de una estrategia que Microsoft tiene clara.
De hecho parecen estar empezando a no cortarse a la hora de hablar de esto. Julie Larson-Green, mandamás de Microsoft, comentó recientemente la postura de su empresa al respecto. "Tenemos Windows Phone OS, tenemos Windows RT y tenemos la versión completa de Windows. No vamos a tener los tres". En realidad su comentario parece más orientado a un descarte (de caer alguno, caería RT, creo yo), pero yo apostaría a que aun siendo ese un primer paso la intención es la de unificar todo.
Ese futuro con un único Windows universal pinta la mar de bien. Si esa es la opción que escogieseis en ese hipotético futuro, podéis imaginaros el cuadro: sacas tu Microsoft Lumia 4550 del bolsillo con un micro octo-core a 2 GHz y 256 GB de capacidad y lo dejas en tu mesa, conectado vía micro-HDMI (por ejemplo) a tu monitor de 24 pulgadas. Eso hace que se abra una sesión de Windows 10 que es en esencia la misma que utilizas en formato adaptado (¿"responsive OS"?) en tu smartphone y con la que, entre otras cosas, te juegas una partidita al FIFA 18. Partida que acabas terminando de jugar en tu Xbox Two (o Three) porque los binarios, como el sistema operativo, son universales. Y así hasta el infinito.
Como paja mental mola, desde luego. Y yo creo que va bastante más allá de ser solo eso.