Microsoft Surface 3: El tablet que no sólo puede reemplazar a tu portátil, sino a tu PC

Microsoft Surface 3: El tablet que no sólo puede reemplazar a tu portátil, sino a tu PC
microsoft-surface-pro-3-2
microsoft-surface-pro-3-2

Me ha encantado el evento de esta tarde de Microsoft. Nadella mola, y también lo ha hecho bastante bien Panos Panay, máximo responsable de la división, aun cuando su indumentaria (hay que estar algo más en forma para ese look, creo) o su forma de hablar muy rollo Eminem le diera un toque peculiar a la charla. Sea como fuere, el evento -que podéis ver en diferido aquí-, como digo, me ha encantado. Pero lo que me ha encantado realmente es, claro, el Surface Pro 3.

Llevo un rato repasando los titulares y los tuits destacados que salen en Techmeme, y en general me he encontrado con bastantes dudas y alguna que otra broma de esa tecnoélite del periodismo online que, armada con sus MacBook Air (¡dios mío, yo tengo uno!) no daba en esos textos y frases de 140 caracteres demasiadas opciones al tercer intento de Microsoft en el terreno de los tablets que quieren ser mucho más que eso.

Yo tengo una opinión bastante distinta a lo que he visto por ahí. Llevo tiempo queriendo buscar sustituto al MacBook Air, que es en casi todo brutal, pero que me obliga a trabajar en un precioso jardín amurallado. El Surface Pro 2 ya me molaba, pero el Surface Pro 3 podría ser capaz de hacerme dar el salto.

Por supuesto, hay cosas que me asustan. Sobre todo, tres. En primer lugar, el trackpad, que  aumenta de dimensiones, pero del cual dudo que ofrezca una experiencia ceercana a la que ofrece un MacBook Air que en eso sigue siendo referente absoluto. En segundo, menos preocupante, el hecho de que hayan lanzado esta revisión con Haswell. No les quedaba otra, claro, porque Intel no lanzará Broadwell hasta finales de año, y no creo que haya productos decentes hasta la primavera de 2015. Demasiado tiempo para esperar.

En tercer lugar está  la presencia de ese ventilador que permite refrigerar el procesador y que en un grosor tan limitado (maravillosos 9,1 mm) plantea todo un desafío ingenieril. El único micro del que han hablado es el Intel Core i5-4300U, un modelo con un TDP de 15W  que no debería generar demasiado calor, y aún así, la cosa puede llegar a ser peligrosa.

Frente a esas dudas, todo lo demás destaca mucho. Desde su pantalla de 12 pulgadas a ese lápiz que no sé si usaría mucho pero que es una opción de lo más curiosa para darle ese plus de valor a la experiencia táctil. Pasando, por supuesto, por ese sistema de apoyo que ahora ofrece todo tipo de posiciones y ángulos y que se refuerza con un curioso sistema que acopla las Type Cover para aportar un punto de apoyo prometedor para utilizarlo en todo tipo de posiciones.

Lo curioso del caso es que en el evento lo calificaban como el tablet que puede sustituir a tu portátil, pero yo iría más allá: también puede sustituir a tu PC de sobremesa. Para alguien que como yo está un poco hasta el gorro de tener que cambiar de contexto continuamente (trabajo y disfruto en el sobremesa con Windows 8.1, pero me llevo el MacBook Air para poder hacer más de lo mismo sin estar sentado en el despachito) el concepto por el que aboga Microsoft es fantástico. Sobre todo si le unimos esa Docking Station que es más cara de lo que me gustaría (200 dólares más), pero que desde luego añadiría a mi carrito de la compra.

A falta de leer análisis con chicha, lo tengo claro: quiero un Microsoft Surface Pro 3. A ver si me salen las cuentas, pero me da a mi que a la tercera va la vencida. Por cierto: alguien debería decirle a Microsoft que lo de meter capturas de Excel en las imágenes de prensa de este tipo de dispositivos no es demasiado atrayente. Ahí Apple suele vendernos esas imágenes de felicidad enlatada que los chicos de Microsoft deberían haber aprovechado también. Toque para el departamento de marketing.

Actualización (22/05/2014): Lo de ser periodista tecnológico tiene sus ventajas: ayer varios medios pudimos tener una primera toma de contacto con uno de los nuevos Surface Pro 3, y grabamos vídeo con esas impresiones (voy soltándome, mira que me daban verguenza estas cosas). El buen sabor de boca se confirma. A falta de análisis final (difícil que cambie de opinión) quiero uno.