Microsoft ofrece 44.600 millones de dólares por Yahoo!
La noticia del día no viene de nuevas: la difícil situación por la que atravesaba Yahoo! desde hace meses hizo saltar los rumores de una posible adquisición por Microsoft. De hecho, la idea pareció confirmarse hace unas semanas, pero luego los respectivos responsables de estas empresas negaron tales acuerdos, y acabaron enfriando la situación. Hablamos de ello en The Inquirer en numerosas ocasiones (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7) , y de hecho las primeras noticias aparecieron en mayo de 2007, cuando Yahoo! empezaba a dar signos de debilidad.
Todo ha cambiado hace un par de horas, cuando se ha conocido el notición del año - 2008 empieza fuerte - según el cual Microsoft ofrece nada menos que 44.600 millones de dólares por Yahoo!, o lo que es lo mismo, 31 dólares por acción, un 62% más de su cotización ayer en la bolsa de Nueva York. Eso ha tenido un efecto dramático en la bolsa de allí - y en la de aquí, ya que las acciones de Yahoo! han subido como la espuma en cuestión de minutos (de hecho, ya han alcanzado esos 31 dólares), lo que significa que los inversores tienen mucha confianza en que el acuerdo se lleve a cabo.
En mi opinión, que Microsoft compre Yahoo! no es una buena noticia: el modelo de negocio de ambas empresas difiere totalmente, y el gigante de Redmond no ha tenido demasiado éxito en su estrategia online, lo que ha le ha llevado a pensar en hacerse con una de las grandes para solventar este apartado. La famosa gama de servicios Live! no tiene demasiado tirón - a pesar de contar con una base de usuarios gigantesca gracias a la veteranía de Hotmail y de Messenger - así que no tengo nada claro cómo acabarán fusionándose las áreas de negocio online de Microsoft con las de Yahoo!
Yahoo! no es que esté en su mejor momento: sus últimos directivos no han sabido sacarle partido a una marca legendaria, y de hecho el nombramiento de Jerry Yang como su CEO no tenía mucho sentido salvo por el hecho de utilizar el nombre de uno de los fundadores para tratar de ganar confianza. Pero Yang no es un directivo tradicional: los fundadores de las empresas nunca lo son, ya que una vez que consiguen que una compañía funcione, contratan a gente más capacitada para gestionarlas. Las decisiones - pocas, no ha tenido tiempo - que ha tomado no parece que vayan a pasar a la historia, salvo por esta última... si es que acepta la jugosa oferta de Microsoft.
¿Podrá este binomio competir con la imparable Google? No lo tengo nada claro.